jueves, 18 de marzo de 2021

Vacuna

       


Fueron tres las hojas arrancadas a un calendario las que envié a la papelera antes de regresar por estos barrios.

Tres meses que vieron pasar un año aciago y dio luz a otro, que por sus intenciones, pareciera no querer ser menos.

Me atrapó en sus garras un enemigo tan pequeño a ojos vista, como grande en su maldad, incomprensión, fortaleza, mutación y problemática a nivel mundial.

Pasé por encierros obligados, por termómetros fríos en cuerpo caliente cansado de no ser el mismo de siempre.

Situaciones de zozobra, inquietud, incertidumbre y en alguna ocasión cierto asomo de miedo, dieron paso a una aparente tranquilidad siempre con la vista puesta en el reojo de la precaución.

La cama del hospital que me resguardó durante un tiempo, volvió a ser la más acogedora del hogar dulce hogar. El caminar cansino ayudado por unas muletas del oxígeno constante, dieron paso a otro caminar más firme, sereno y sin ayudas extra.

Lo que pudiera contar de la experiencia, siendo mucho, es lo de menos. Lo verdaderamente importante, es que vivo para contarlo y algún día contaré para revivirlo.

Regreso a mis letras, a mi Café, a mi poquita gente al otro lado de la pantalla, para que me sirva como primera dosis de esa vacuna existencial que muchas veces surte más efecto que aquella otra estudiada, creada y ensayada en fríos laboratorios por el mundo. Regreso con la fuerza de la experiencia vivida, de las enseñanzas aprendidas durante un tiempo que por ingrato, también me enseñó a apreciar los tesoros que esconde la vida que no sabemos vivir.

 

6 comentarios:

  1. ¡No sabes cómo me alegro de tu vuelta! No sabía que hubieras estado enfermo y me alegra de corazón, que estés recuperado y puedas estar otra vez aquí. la enfermedad nos enseña muchas cosas, y la más importante de todas es lo valiosa que es la vida, y que pocas veces nos damos cuenta de ello. Es necesario que nos pase algo como lo tu has sufrido para darnos cuenta.
    ¡Bienvenido de nuevo a tu familia bloguera!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Rita. Poco a poco iré retomando está actividad y conectando de nuevo con la buena gente de esta gran familia.

    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  3. Sabía por intuición que te pasaba algo. El covid es una puñeta, Luismi, pero después de haber pasado por un bicho en forma de cangrejo y del que aún estoy arrastrando los efectos de un quirófano y una radioterapia que me ha dejado sin fuerzas, créeme que se me ha quitado el miedo.
    Me alegro de tu recuperación y de tu vuelta a este café donde puedo leer letras escritas por un artista que sabe muy bien lo que maneja,
    Tendrás que cuidarte aunque tengas anticuerpos y vacúnate cuando te toque.
    Un abrazo niño de la mochila.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias querida amiga. Procuraré cuidarme sí y esa vacuna real, espero que a todos nos ayude a superar todo esto que estamos viviendo. Espero que tu recuperación vaya todo lo bien que esperas.

    Un abrazo fuerte de niño agradecido

    ResponderEliminar
  5. Hola LuisMi!!
    Que bueno que estas mejor, lamento que pasaras por esa enfermedad.... pero aveces cuando nos pasa algo tan doloroso eso nos sirve para valorar la vida, disfrutar de lo que tenemos de la familia y nuestros seres queridos.
    Cuidate mucho y te leemos!!
    Besos.

    ResponderEliminar
  6. Muchas gracias Grace. Se hacía necesario volver por aquí y recuperar poco a poco al igual que las fuerzas, el hábito de la escritura. Un placer seguir contando contigo.

    Besos

    ResponderEliminar

Se agradece siempre tu compañía y opinión. Este blog sería un algo en la nada sin comentarios.
Gracias

Calle Libertad

  Dejé una calle de nombre Libertad, echando la vista atrás con el gusto amargo de recuerdos que siendo hermosamente pasados y vividos, dudo...