Debo confesar que siempre he sido un poco cocinica, que no cocinero. Por eso cuando un día me encargaron la ardua tarea de cocinar mis primeras lentejas, hice algo que no suelo hacer habitualmente en estos casos: “pensar”.
Sí, pensé que con las lentejas debía hacer algo para no hacer lo que habitualmente hago (a propósito, no me sale tan mal esta frase redundante), cuando me enfrento a un plato de esta tradicional legumbre.
Desde que tengo uso de razón, si es que alguna vez tuve, cuando primero mi madre, después mi hermana, siguiendo por mi santa esposa y acabando por mi suegra (que Dios me las conserve a todas muchos años), me servían un plato de lentejas, no las disfrutaba como debiera, porque no me gustaba tropezar con esa blanda cebolla, pimientos, etc, . Es algo que sucede también con muchos niños a los que no les apasiona comer este excelente plato. Por eso, me dije a mí mismo: “Luismi, aquí tenemos que hacer algo” y me puse manos a la obra.
Si todo aquel que lea esto opta por seguir mis indicaciones, debe saber que están basadas en hechos reales y que se admiten toda clase de opiniones y sugerencias constructivas para alcanzar el fin que me propuse y me propongo:
“Deleitarnos con un buen plato de lentejas de color marrón metalizado en el que el verdadero protagonista sea la propia lenteja, y no morir en el intento”.
Si lo consigo, mereció la pena; y si no, sabed que mi intención era buena.
Comencemos…
LENTEJAS AL LUISMI O VARIANTE A UN PLATO DE LENTEJAS
Materiales e ingredientes:
- Una cazuela grande aprox. del tamaño de una olla.
- Cuchara de palo
- Cuchillo mediano
- Tabla de corte
- Escurreverduras
- 1 mandil
- 1 pañuelo
- 1 tercer brazo (también llamado batidora)
- Radio o transistor. Mp3 también factible, pero con altavoces externos.
- 350-400 g. de lentejas (Aprox. taza y media de desayuno)
- 1/3 pimiento rojo (de los gordos)
- 1/3 “ verde (“ “ “ )
- ½ cebolla
- 4 o 5 dientes de ajo
- 1 zanahoria
- 1 bolsa de compango de Asturias (de esas que contienen un chorizo, una morcilla y un trozo de panceta)
- 2 patatas medianas
- 1 o 2 botes de cerveza Mahou 5 estrellas
- 1 bote de aceitunas verdes
- 1 o 2 latas de anchoas en aceite
- Sal y aceite de oliva
- Una gran dosis de cariño, humor y paciencia.
Preparación:
Sintonizamos una buena emisora de radio preferiblemente de música variada o en su defecto, el disco de nuestro solista o grupo preferido. Las lentejas se cocinarán igual, porque mientras no se demuestre lo contrario, son sordas, pero nosotros nos sentiremos más acompañados.
Sobre la encimera, aconsejo formar en fila de a dos todos los ingredientes que vamos a utilizar. Esto parece una tontería, me diréis. Pues ciertamente lo es, pero a mí me gusta.
Pasaremos revista a las tropas y tras colocarnos nuestro mandil y lavarnos las manos concienzudamente llenaremos de agua la cazuela aproximadamente hasta la mitad, añadiendo un chorrito de aceite de oliva.
En el escurreverduras, verteremos las lentejas y bajo el grifo, las lavaremos con varias pasadas de fresca agua.
Seguidamente, las pasaremos a la cazuela y las dejaremos ahí como un poco olvidadas reposando en su fondo.
Y aquí comienza la actuación de la tabla de corte y el cuchillo.
Uno a uno, cortaremos en trozos pequeños la zanahoria pelada, los pimientos, los dientes de ajo y dejaremos para el final la media cebolla. Siempre la dejo para el final, porque las lágrimas que me provoca no me dejan ver más allá. Y ahí entra en acción ese pañuelo para enjugarnos tanto sufrimiento.
Todo esto, bien cortado, lo trituraremos con nuestra maravillosa batidora hasta conseguir una pasta más o menos homogénea.
Y ahora, seguro que vosotros me preguntaréis por qué hemos cortado todo en trozos pequeños si al fin y al cabo, lo vamos a triturar con la batidora.
Pues por una sencilla razón. Si no practicamos con el cuchillo, ¿cómo vamos a conseguir esa maravillosa forma de cortar los alimentos que tienen los grandes cocineros?
Seguidamente, esta pasta la añadiremos a la cazuela para acompañar a nuestras solitarias lentejas.
Pelaremos y cortaremos en pequeños dados las patatas y con la alegría de siempre, las añadiremos también.
El chorizo y el tocino, los cortaremos en pequeños trozos o dados y a la cazuela con ellos.
Y por último, a la morcilla le quitaremos la piel y con nuestros propios dedos, iremos haciendo pequeños trozos que irán directos a nuestra maravillosa cazuela.
Esto pringa un poco, pero durante unas horas, dejará impregnada nuestras manos de un maravilloso olor a morcilla española.
Añadiremos agua hasta alcanzar una altura en la que no sobren más de dos dedos.
Un último vistazo y removiendo todo, lo pasamos al fuego hasta que comience a hervir, momento éste en el que bajaremos su intensidad hasta dejarlo en 4 siendo una escala de 1 a 6 y añadiremos sal en la proporción que consideremos conveniente.
Y ahora viene uno de los momentos más gratificantes de cocinar unas lentejas.
Mientras la cocción sigue su curso, tomaremos plácidamente asiento y con toda la tranquilidad del mundo, y sin prisas saborearemos esas dos cervezas Mahou cinco estrellas acompañadas de las aceitunas verdes con anchoas únicas en su género.
No olvidar que de vez en cuando, es conveniente remover y probar de sal y punto nuestra obra. Si es necesario, añadiremos agua sin miedo.
Y así, como el que no quiere la cosa, nuestras lentejas acabarán teniendo un aspecto más o menos parecido a éste.
Ya sólo nos queda acompañarlas con un buen vino y lo que es más importante, con buena gente.
¡Que aproveche!
… y si no, las dejas.
Bueno.. bueno ya te estoy imaginando LuisMi...
ResponderEliminarcon tu musiquita como esta tan linda que nos regalas hoy...
y tu cervecita y buen humor haciendo esas lentejas..
tan buenas... y con tan buena pinta..
pero a mi es que las lentejas que dan un poco de miedo, sabes por que.. por que se pegan.. a veces y por eso prefiero los garbanzos o las alubias..
y francamente seguro que para tu familia sentarse a plato hecho tan rico le hará muy feliz..
a mi hace mucho que no me guisa nadie...
bueno mi marido para eso es un "negao", y bueno si diré que mi peque de 14 si que empieza a despuntar en la cocina, cuando tiene tiempo...
pero vamos que es un lujo que te cocinen y con amor con dice mi querido Argiñano.
Gracias por decirme que te gusta la portada del blog.. me apetecía poner algo infantil y diver..
me lo pide el cuerpito
Un besazo y que Usted las difrute
¿Tan mal se llevan tus lentejas que se pegan? jeje.
ResponderEliminarSi sigues estos pasos y no te tomas más de dos cervezas, tus lentejas no se pegarán. Pruébalo un día que tengas tiempo y ya me contarás.
Besos culinarios.
Enorme Luismi!! jajaj... A mi me flipan, pero se lo diré a mi novia, porque como meta yo mano... Un abrazo compadre!!
ResponderEliminarBueno bueno, una de lentejas con fundamento...
ResponderEliminaryo no las dejo ni por asomo, eso si, mejor las preparas tú...
un abrazo amigo mmio
¿Cómo que se lo dirás a tu novia? Atrévete y sorpréndela. Me lo agradecerás, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
A tí te digo lo mismo Suso. Pero sobre todo, no olvides las cervezas. Son fundamentales.
Un abrazo.
Gracias querido amigo por este año compartido.
ResponderEliminarQue en estas fiestas renazca el amor y la luz de la esperanza
Y los sueños se transformen en una bella realidad.
Besitos para ti querido amigo, que Dios te bendiga.
¡¡FELIZ NAVIDAD PARA TI!!
Me gustaban las lentejas con queso rallado, ahora las tengo prohibidas, ¿me perdonas que escape, de esa foto que me abre el apetito?.
ResponderEliminarUn abrazo Luismi.
Querida amiga, con queso rallado no las he probado nunca. Pero la próxima vez me acordaré y me tomaré unas a tu salud.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Qué arte hasta para preparar las lentejas!!
ResponderEliminarMe la apunto, que con lo que me gusta cocinar aprovecharé estos días de vacaciones para pegarme un gustazo culinario. Precisamente ahora me pillas preparando Falafel; a ver cómo salen!
Un besazo, con fundamento!
Me alegra que te guste la cocina. Yo hago pocas cosas, pero me gusta innovar y pasármelo bien cuando las hago. Ya me pasarás alguna receta sencillita. Eso de Falafel, no tengo ni idea de lo que es pero suena bien.
ResponderEliminarUn besazo amiga.