Todos hemos oído hablar de los siete magníficos, de siete novias para siete hermanos, de los siete enanitos, del tendido del siete, etc.
Pero pocos son los que recuerdan a los siete gaiteros que jugando a ser escoceses, no dejaron de ser manchegos.
Hace muchos años ya que siete sinvergüenzas vergonzosos o siete vergonzosos desvergonzados, decidieron reírse del mundo.
Era un día caluroso, de fiestas patronales en algún lugar de la Mancha en el que ese día dieron nombre.
Y allí coincidieron siete hombres, que más que hombres, eran tiernos mancebos.
Siete que decidieron amenizar la anodina vida de los lugareños con un desfile en formación por sus viejas calles.
Uniforme reglamentario y en estado de revista.
Gorra, camisa blanca, falda a cuadros, medias, zapatos y hasta pompones, se unían al instrumento protagonista de esta historia: la gaita.
No sé si el resultado final se acercaría mucho o no a un gaitero escocés, asturiano o gallego. Lo que sí es seguro, que viéndoles, parecían auténticos soplagaitas.
Esas gaitas artesanales no eran precisamente las más afinadas, ni las más hermosas. No en vano, tuvieron que recurrir a la tecnología punta de esa época, en forma de potente radiocasette para extraer de ellas melodías tan genuinas como una "Muñeira do Lugo". Y si las pilas fallaban, ¡ qué demonios, a capela !. Que ya puestos, no hay sonido más natural que el de la viva voz.
Y el resultado no debió ser tan malo cuando al paso de la comitiva, se oyó decir a una viejecita del lugar:
“ ¡Ay que ver, qué bien tocan estos muchachos!”
La tarde se hizo noche, la noche discoteca y entre escocés y escocés, quedaron por el camino boinas, faldas, gaitas y pompones.
Y mientras unos ligaban chicas y los más ligaban cogorzas, siempre quedará el recuerdo de siete escoceses de Cuenca, amigos de la alegría, amigos de su amada Escocia.
Los siete se dispersaron. Cada uno tiene su vida; pero yo hoy lanzo el guante, por si alguno de esos siete que esté leyendo estas letras, tiene a bien repetir la marcha que un día iniciaron, porque una gaita…es para siempre.
Esos siete a los que va dedicado esto, no son otros que los inimitables e irrepetibles Mariano, Coloma, Javi "Fary", Javi "El primo de Mariano", Manolito, Raúl y qué cojones, también a un servidor.
¡ Señor, perdónalos porque no sabían lo que hacían...!
Completando la información de aquel evento, recibo un documento incunable, que había perdido yo en la memoria y Javi (Fary) ha tenido a bien aportar. Gracias amigo gaitero. Este bando queda para la historia.
Esos son los buenos ratos que quedan en la memoria!! vaya faldita luismi, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, ojala estuvieras por aqui este finde, pero ya te tocará venir por aqui, seguro.
Un gran abrazo
Sí que me gustaría estar por ahí rodeado de buena gente, pero no podrá ser. Sólo deseo que lo paséis genial y os envío desde aquí un enorme abrazo (a los chicos) y muchos, muchos besos a las chicas.
ResponderEliminarUn abrazo enorme amigo.
Ummm me ha encantado esta entrada.. eran mejor que los siete magníficos no hay duda.. y no hay nada que perdonar, solo agradecer esa juventud.. en que se hicieron cosas tan lindas como estas.
ResponderEliminarun beso y la música genial... ya la estoy bailando
Me alegro que te gustara amiga. Después hubo alguna más pero es otra historia. ¿Verdad que esa música contagia?
ResponderEliminarUn beso.
Os faltan las 7 novias, aunque con esas falditas no se habría sabido quien era quien. Que tiempos aquellos cuando no se tenía vergüenza, que no es lo mismo que ser un sinvergüenza, je je. Un bessito
ResponderEliminarjejeje. Eramos sinvergüenzas, pero simpatiquillos. Nuestras novias ya nos tenían bien controlados y ay de aquel que se levantara la falda...
ResponderEliminarBesitos Men.
Querido Luismi, encantadora entrada, bellos recuerdos que uno atesora en el alma.
ResponderEliminarno le quedan mal las faldas, si la mujer usa pantalones porque el hombre no puede usar faldas jajajaja, besos a los siete sinvergüenzas y que se repita.
besitos para ti querido Luismi, que Dios te bendiga.
Genial, me encanta el sonido de la gaita y si encima va acompañado de esas faldas para que queremos más jejeje. Vaya manera de insinuaros, seguro que ligabais mucho jejej.
ResponderEliminarHablando en serio de verdad que la gaita tiene un sonido especial, que te cautiva :)
Besines y sonrisas :)
Gracias Noemí, repartiré esos besos entre alguno de esos siete jeje.
ResponderEliminarUn beso fuerte.
No ligábamos na de na. Nuestras novias no nos dejaban, que si no... tampoco, jejeje.
ResponderEliminarLa gaita tiene un gran sonido y me encanta a mí también.
Besos.
Erais siete, como los pecados capitales jeje. La idea del casette me ha encantado, !mira que le echábais morro al asunto! jajaja.
ResponderEliminarSin duda, unos chicos divertidos y apañados jajaja.
Besos.
Pues mira, no había pensado en los siete pecados capitales. Yo más bien diría que somos siete pecadores de la pradera, jejeje.
ResponderEliminarBesos
Vaya luismi, una entrada súper simpática, me encantó por el regocijo de esa juventud donde somos capaces de lanzarnos a cualquier aventura, jajajaj. Esa faldita era cómoda?
ResponderEliminarMe hubiera encantado estar allí porque seguro que os lo pasaríais fenomenal, ufff con lo que me gusta a mi una locura de esas!!!!.
Un beso
Pues esa falda, no es que fuera demasiado cómoda, pero a todo se acostumbra una, digo uno.
ResponderEliminarSi volvemos a salir en desfile otro día, esta vez incluiremos mujeres en la formación. Por supuesto, las mujeres, con pantalones jejeje.
Un beso.
que fácil resultaba hacer locuras cuando los años pesaban menos verdad¿?¿
ResponderEliminarun abrazo amigo
Hoy en día, teniendo tiempo y buena voluntad, también se podrían hacer. Lo que pasa, es que las personas cambian mucho. Ese es el problema.
ResponderEliminarUn abrazo y buen finde.
muy bueno, Luismi, y me he pegado un susto de miedo. Yo leyendo muy atenta tu entrada y de repente ¡zás!! sonaron las gaitas a todo meter y pegué un buen bote en la silla jajaj!! tengo el volumen alto y ya vez...
ResponderEliminarTe dejo mi ternura
Sor.Cecilia
jajajajajaja. Vamos que si llego a matar a una monja del susto...
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte querida amiga y buen fin de semana.
Mi querido Luismi,
ResponderEliminarTe tengo que cobrar royalties, aunque sean en viandas por enseñar mis piernas.
El caso es que no eramos muy golfos, pero nos atrevimos a desfilar con la plaza llena.
Algunas mas hicimos, y nunca se sabe si somos capaces de repetirlo, todo es ponerse no?
Un abrazo, y te sigo
Hombre, por fin aparece uno de los famosos gaiteros. Lo de las viandas, está hecho. Mira que seguramente, nosotros dos éramos los más vergonzosos y hay que ver cómo acabamos.
ResponderEliminarEsto hay que repetirlo, aunque lo veo realmente difícil que podamos coincidir. Además lo podríamos hacer con mujeres, amigas e incluso amantes si se tercia, jejeje.
Un abrazo amigo y gracias por seguirme.
Te voy a marcar de cerca.
ResponderEliminarPara la próxima una de piratas. Te acuerdas...
Aunque es de reconocer que los gaiteros fueron lo mas...
Raul
Como no me voy a acordar si yo era la rata del barco...jejeje. Ya lo tengo en mente y alguna que otra foto conservo. Ya saldrán algún día otra vez a surcar los mares...
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