Son
muchos los días dejados atrás desde que bajo unas luces de neón, con músicas de
altavoz y resquicios de Navidad, una chica ocupó minutos y preocupaciones de su
tiempo para interesarse por el ánimo decrecido de un tipo taciturno como yo.
Vinieron
después días y años de manos en la cintura, besos a escondidas y sueños futuros
de dos novios que separados en el espacio, no lo estaban en el tiempo.
Esos
novios acabaron subidos a una tarta un día como hoy de mil novecientos noventa
y dos.
Ha
llovido mucho desde entonces y de las fotos de ese día, muchos fueron los que
marcharon para hacerse ese otro retrato del eterno Fotógrafo.
A
ese Señor, sólo pido que si a bien lo tiene, aún a riesgo de manos temblorosas,
pasos inseguros y pensamientos poco lúcidos, nos permita un día como hoy dentro
de veinticinco años, hablar de lo que fue, es y siempre deseamos que exista.
Le
pediré que lo que no guarde la memoria de un cerebro, lo recuerde la memoria de
un latido.
Le
pediré que lo que un día nos juramos, nunca dejemos de cumplirlo y le pediré
que los días que nos queden, sigan siendo como ahora un futuro de esperanza; un
futuro de dos abierto al mundo.
Quizás
el destino nos sea esquivo; la enfermedad, la riqueza disfrazada de ausencia, o
un camino pedregoso, podrían minar moral, fuerza e intenciones.
Pero
no hay mejor remedio que un querer, ni mejor vitamina que una risa.
Y
de eso, querida mía, tú y yo ya tenemos experiencia y los bolsillos llenos de
caramelos con sabor a miel.
Bailar
pegados, quizás no bailemos como antaño, pero que nos quiten lo bailao.
Podría
hacer un resumen extenso de estos veinticinco años, pero lo voy a hacer simplemente
con dos palabras que definen lo vivido y aún más lo que nos queda por vivir.
Esas dos palabras, son las razones de una vida, son el orgullo por bandera y el
eslabón de unión de corazones que se quieren.
Esas
palabras, esos nombres, esas niñas que siendo las de nuestros ojos son grandes
mujeres ya, son el perfecto resumen de la fortuna que nos ha rodeado a lo largo
de estos años.
María
y Ana son eso y más que me callo muy adentro y quisiera gritar a sus oídos.
A
ellas van dedicados estos años de matrimonio porque son la verdadera razón de
que hoy su madre y yo podamos decir con orgullo que gran parte del camino está
hecho.
El
mañana nos traerá distancias, abandonos de nido y llamadas intermitentes; es
ley de vida.
Puede
que sólo nos acompañen cuarenta naipes, un boli y un brasero, pero ¿quién
necesita más si dos son felices compartiendo soledades?
Sólo
le pediré una cosa señora mía; que por mucho que un futuro se pinte de negro,
siempre busque en mí más que una rosa, una risa que poder regalarle.
Con
todo mi afecto, con todo mi cariño, con todo mi amor, le diría que hoy como
entonces, también me quiero casar con usted.
Enhorabuen< Luismi, os deseo que ese amor tan bonito viva para siempre, como dice mi marido cuado siempre el fuego del amor
ResponderEliminarEl amor significa, no tener nunca, lo siento
un abrazo
Muchas gracias María Jesús. Tu marido tiene toda la razón.
ResponderEliminarUn abrazo
Querido Luismi. En estos tiempos en lo que lo normal es encontrarte con algún conocido que se separa, podemos estar orgullosos de llevar el amor por bandera en la vida. Decir Si, un dia vestido de gala es decir si a lo bueno y a lo peor, estar dispuesto a ayudar y a ser ayudado. Mostrar tus debilidades con la seguridad de que ese Amor lo suaviza todo. Ser FELICES hasta que duela y después MAS. Un beso
ResponderEliminarMi querida Lady Writer, sólo te diré una cosa:
ResponderEliminarAMÉN
Besos
Lo mas bonito en esta vida es estar rodeado de las personas que quieres a lo largo de los años.
ResponderEliminarTe felicito por esos 25 años con esos buenos sentimientos.
Salu2.
25 años que veo felices, 25 años que tienen mérito, 25 años con el fruto de dos rosas, sé muy bien como te sientes y me alegro de verdad por los dos. Muchas felicidades Luismi,qué bonitas palabras , ella estará muy contenta porque seguro que lo merece.
ResponderEliminarYo ya los cumplí hace tiempo y es una suerte permanecer unidos.
Desde los Picos de Europa, en Cantábria, enhorabuena a los dos.
Muchas gracias Matías. Un abrazo
ResponderEliminarQué maravilloso lugar desde el que me escribes.
ResponderEliminarMuchas gracias querida amiga.
Besos