Entre mis manos, sujeto una negra y odiosa silla de ruedas. Compañera inseparable de aquella que en el ocaso de sus días, mira al horizonte con ojos tristes y cansados.
Yo la escucho a su espalda, mientras sigue hablando con frases inconexas.
Tiene el pelo revuelto, los hombros caídos, el cuerpo liviano.
Acaricio su cabeza, mientras la balanceo suavemente. Poco a poco va callando y entre nosotros sólo queda el silencio de una hermosa tarde de primavera.
Fue un acto simple, pero directo a esos recuerdos que uno guarda más en el corazón que en la memoria, porque después de muchos años, esa mujer que velaba mis sueños, que acunaba a un niño pequeño, que se desvivía por mí, cerraba los ojos y se sentía feliz.
Y no hicieron falta nanas, arrullos, ni palabras, porque en ese instante, el hombre volvió a ser niño y esa anciana lo tuvo entre sus brazos.
Es un gusto conocer tu blog..
ResponderEliminarte dejo un abrazo!
LuisMi no sé ..
ResponderEliminarno entiendo bien.. si es que has perdido a tu madre..
en cuyo caso..
de verdad que me pongo a tu lado a darte un beso y un abrazo pues sé lo mal que se pasa, yo perdí hace años a mi padre..
y todavía me emociono cuando lo recuerdo.
Un beso deseando que estes bien..
Gracias Allek y bienvenido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Estrella, afortunadamente no la he perdido. Simplemente se dormía mientras movía su silla. De todos modos, me quedo con ese abrazo y ese beso y te doy las gracias de corazón.
ResponderEliminarUn beso amiga.
Impresionante, simplemente impresionante todo lo que aflora en ti en cuatro palabras, me has enternecido hasta lo más profundo, esa sensibilidad hace que dibujes una sonrisa en mi rostro :)
ResponderEliminarPrecios Luismi.
Y las sidrinas siguen abiertas :))
Besitos y abrazos:)
Luismi, eso que haces no todo el mundo es capaz de conseguirlo... Hay que amar en vida, valorar en vida, acariciar en vida, susurrar en vida... Luego ya es demasiado tarde... Muchos abrazos !!
ResponderEliminarMuchas gracias Merce. Si algo así te enternece, es que tienes muy buen corazón. Me alegro y brindo con una de esas sidrinas que por cierto, tengo que comprar porque por aquí no abundan precisamente.
ResponderEliminarUn besote grande.
Querido Jorge, no me diferencio mucho del resto. No he sido nunca lo cariñoso que debería haber sido por mi propia forma de ser. Pero sí que últimamente me voy dando cuenta que una caricia, unas palabras o un abrazo hacen mucho bien a las personas que queremos.
ResponderEliminarY cuando esas personas no están, pienso que también seguimos acariciándolas con el amor y el recuerdo que les tenemos.
Un fuerte abrazo amigo.
Querido Luismi, tu escrito me ha gustado mucho y me ha hehco sentir algo muy lindo, ese sentimiento que trasnmites se queda impregnado en el alma.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Yessi.
Gracias Yessi. Estoy encantado de provocar buenos sentimientos.
ResponderEliminarUn abrazo enorme amiga.
Los recuerdos del corazón no se olvidan nunca, son los mejores. Que poco cuesta hacer feliz a una madre…con una sonrisa es suficiente y si viene acompañada de algo mas , ya es la bomba. Tienes mucha ternura tú y tus letras. Me ha gustado mucho...es una escena difícil de olvidar. Un bessito
ResponderEliminarGracias Men. Seguro que esa ternura y esas sonrisas, forman también parte de tí.
ResponderEliminarUn besito amiga.
Me has emocionado luismi porque eso es lo que hago todos los fines de semana, ella se deja mecer e incluso a veces mi silencio la despierta preguntándome qué me pasa, no le cuento nada malo....ya ha sufrido bastante pero el caso es que la necesito como antes, dándome consejos y contándole....ahora ya no puedo.
ResponderEliminarUn beso muy grande
Querido Luismi, me emocionó leerte.
ResponderEliminarEres un hombre con corazón de niño, maravillosas letras que van directo al corazón.
disculpame que no llegue antes, no estaba bien.
te dejo besitos y todo mi cariño, que Dios te bendiga querido amigo.
Querida Inma, te noto triste y no me gusta. Si de alguna manera te pudiera animar, por aquí me tienes.
ResponderEliminarUn beso fuerte.
Mi querida Noemí, siento que no estuvieras bien. Espero que nada grave. Siempre es un placer tenerte por este barrio y te envío todo mi cariño y mi amistad.
ResponderEliminarUn fortísimo abrazo amiga.
Eres brujillo luismi??? O yo muy trasparente?, jajaja
ResponderEliminarUn beso enorme
No. Lo que pasa es que desde que leo ese manual para entender a las mujeres, no se me escapa una, jejeje.
ResponderEliminarUn besazo y ánimo.
Cuando miro a mi madre siento una ternura infinita, me provoca maternalidad, es curioso, yo me siento como su madre. Sus ojitos están cada vez más ajados, sus bracitos sin fuerzas, su andar pausado, y su voz un tanto quejumbrosa; pero sigue siendo mi madre, mi fortaleza.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
¿Curioso verdad Taty? Cómo después de tantos años, los vemos ahora casi como niños indefensos a los que hay que cuidar y mimar.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amiga.
Querido amigo, gracias por dejar puntualmente tus palabras en mi blog. La vida se nos complica sola y a veces y depende del humor, ya sabes que hay ganas de escribir o no. Yo he pasado por ese proceso. Me ha interesado mas salir y captar imagenes que escribir...
ResponderEliminarHe leído ese precioso relato y me han venido infinidad de recuerdos a la memoria.
Yo la perdí pronto, demasiado, porque ahora, desde la perspectiva del tiempo y siendo una madre, te das cuenta de todo lo que le hubieras dicho y que no pudiste o no supiste por ser demasiado joven, inexperta y autosuficiente, sin tener en cuenta que los sentimientos deben ser siempre una prioridad. Con los hijos intentamos corregir aquello que no hicimos tan bien, pero ellos volveran a darse cuenta demasiado tarde del valor de querer y demostrarle afecto a una madre.
Un abrazo.
Querida amiga, me alegra volver a tenerte por aquí después de tanto tiempo. Entiendo perfectamente tu ausencia bloggera, porque hay temporadas que necesitamos un descanso. He seguido puntualmente tus fotografías y aunque no te comentara, tienes verdaderas maravillas en imágenes.
ResponderEliminarEn cuanto a los sentimientos hacia las personas, creo que no valoramos suficientemente la presencia de nuestros seres queridos hasta que desgraciadamente desaparecen y entonces es demasiado tarde. Por eso, aunque sean breves instantes, siempre intento una caricia, unas palabras, unos gestos hacia los más cercanos, porque nunca sabes lo que nos deparará el futuro y puede que alg´´un día me arrepintiera de no haberlo hecho.
Un fuerte abrazo.
Madre solo hay una.Felicito a todos los que la teneis.Tambien a los que habeis disfrutado de ella.A cuidarla mucho.
ResponderEliminarUn abrazo grande de madre
Gracias Maruxela. La cuidaremos todo lo que podamos.
ResponderEliminarUn besote.
Con tu escrito nos llegas al interior, muy bello.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias María.
ResponderEliminarBesos.