miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cóctel

Es curioso como un pequeño descuido puede llegar a trastocar nuestra existencia por unas horas.

Unos pocos segundos bastaron para que una acción rápida de un pequeño periquito de nombre Limón y una puerta que no debería haber estado abierta, permitieran que este animal encontrara una libertad que nunca tuvo.

Vanos fueron los esfuerzos por recuperarlo. Encaramado en las copas de los árboles próximos se deja ver, pero no atiende a la llamada de su compañera, ni a la comida y el agua que ahora le faltan.

Ni las lágrimas de esa niña que llora su ausencia, hacen mella en su férrea decisión de no dar marcha atrás en el tiempo.

Todo un día con sus veinticuatro horas han pasado y el que se dejaba ver, ahora es invisible, dejándonos en la duda de si alzó el vuelo a un mejor lugar, si decidió acabar en otras manos o si como la razón no se cansa en explicarme, el miedo, el hambre y la sed cortaron definitivamente sus alas.

Y en esa mezcla de sentimientos contrapuestos y agitados en un cóctel que nunca pedí, me encuentro.

Con la frustración del que poco puede hacer.

Con la rabia contenida de un mal fario que no consigo echar a patadas.

Con la esperanza aún de convertir pequeñas tragedias en una gran comedia.

Con la tranquilidad del deber cumplido.

Y por último, con el consuelo de liberar aunque fuera por accidente, al que nunca mereció unos barrotes.

22 comentarios:

  1. Huy eso me suena, nos pasó lo mismo hace unos años y que llorera la de mis hijos, no pudimos encontrarlo, pero bueno, nos queda el recuerdo y alguna foto .

    besitos y sonrisas para la libertad :-)

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  2. Pues así estamos amiga. Y mira que hemos hecho lo posible, pero nada. Qué le vamos a hacer. Gracias.

    Besos

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  3. Dale alas a un ave y éste emprende el vuelo, abre una puerta, una ventana y por allí escapa la ilusión. Sé lo que sientes, me sucedió tiempo atrás con unas catitas, que eran la adoración de mi hijo menor. Un torpe descuido y el par de vivaces y coloridas aves, emprendieron vuelo para nunca más regresar.
    Un abrazo Luismi.

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  4. Muchas gracias Taty. Es curioso como en pocos segundos se escapó sin darnos tiempo a reaccionar. Vaya poder de atracción que tiene la libertad aunque sus consecuencias seguramente hayan sido terribles. Pero así es la vida y el instinto animal sigue su curso.

    Un fuerte abrazo amiga.

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  5. Comprendo perfectamente tu dolor...
    Pero también intuyo el dolor por estar encerrado.
    No pierdas las esperanzas, nunca es tarde para la vuelta.
    Besitos

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  6. Es muy complicado amiga, pero si tenía que ser así, pues nada. Nos aguantaremos y le desearemos la mejor de las suertes.

    Besitos y gracias.

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  7. Vaya... qué pena. Tiene que fastidiar un montón. Es cierto que ningún animal se merece estar enjaulado, pero no está hecho para vivir libre por la ciudad. A saber qué será de él, pobrecito. Y la que me imagino que es tu hija, lo estará pasando francamente mal. Ojalá volviera por su cuenta al oír o ver a la periquita. Un beso, Luismi

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  8. Comprendo tu frustación luismi , nos paso lo mismo con un periquito que teníamos nosotros y con un descuido se escapo , en segundos , desapareció surcando el cielo.Lo que nos planteamos es si después de tanto tiempo alimentado y cuidado del frío del invierno y de las inclemencias podría sobrevivir en libertad por si mismo.

    Un fuerte Abrazo amigo.

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  9. ¿Sabes una cosa Natalia? Creo que en el fondo el que lo está pasando peor, soy yo porque sé lo que suele ocurrir con estos animales que escapan. Sólo me queda la esperanza de que alguien lo haya encontrado y se lo lleve a casa. Ni con el canto de la hembra ni viéndola hemos conseguido que se acercara y ahora ya ni lo vemos. En fin, se intentó y no pudo ser.

    Gracias por tu ánimo. Besos.

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  10. Desgraciadamente Raelynn, por lo que tengo entendido, estos periquitos no sobreviven demasiado acostumbrados a estar bien cuidados. En algunos casos han regresado, pero se consideran casi casos milagrosos.

    Muchas gracias amiga. Un beso.

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  11. Querido Luismi, caigo en el lugar idóneo para tomarme una copa.
    1º- Para celebrar que vuelvo a reencontrarme con un viejo amigo.
    2º- También por la renovación de la imagen del café.
    3º- Por comprender que después de un cautiverio impuesto, el periquito no iba a volver sobre sus pasos ni para coger impulso. Y seguro que estaba muy bien cuidado, pero comprenderás que la libertad no tiene precio, jeje.

    Un gin tonic...please.


    Si lo deseas me encontrarás aquí:

    http://unacabaaenelserengueti.blogspot.com/

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  12. Querida Fayna, me alegra que vuelva por aquí una buena clienta y amiga. A ese gin tonic invito yo para celebrar tu vuelta. Espero que vayan las cosas bien. Ya charlaremos tranquilamente. Me voy al Serengueti.

    Besos.

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  13. Bueno..yo creo que el que ha tenido animales, sabe lo que duele perderlos..,,

    y este fue libre... .eso es bueno..

    creo yo..

    Un beso

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  14. Eso espero Estrella. Que haya sido para bien, aunque sinceramente lo dudo.

    Gracias y un beso.

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  15. Este escrito me recuerda a una cacatúa que tuve cuando tenía como unos 12 años; Ese pájaro cantaba maravillosamente y hacía todo conmigo, desayunaba conmigo, veía televisión conmigo, hacía tareas conmigo...en fin. Un día mi papá salió con el a la calle y un vecino pasó y lo asustó y el se fué volando, lloré mucho ese día, creo que me siento identificada con la niñita de la historia.

    Que lindo blog, te sigo :)

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  16. Muchas gracias Carolina y bienvenida. Los que sentimos cariño por los animales, sabemos muy bien lo que se siente.

    Besos

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  17. Pues mira a nosotros nos paso al revés, fue un periquito quien vino a nuestra terraza,pasamos semanas preguntando a todo el barrio si lo habían perdido, y al final nos lo quedamos. Vivió diez años feliz con nosotros.

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  18. Me gusta esa historia. Ojalá haya ocurrido algo así con el nuestro. Gracias por compartir esa historia.

    Saludos

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  19. Luismi, mi pobre canario ha dejado de piar.Tengo tristeza de no poder oir su canto.Siempre que llegaba a casa, me hacía feliz sintiendo su trino.Hace una semana larga que me dejó para irse al infinito.Lo enterré en una maceta de mi casa. ¡Que dolor!

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  20. Vaya Maruxela. Lo siento de veras porque a estos animalillos se les toma muchísimo cariño. Se echa mucho de menos su canto y te entiendo perfectamente. Con diez años, tuve un canario que cantaba como el que más y al que sacaba en mi hombro a la calle. Cuando murió noté mucho su falta. ¡Mucho animo amiga!

    Besos

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  21. Hola Luismi... te cuento que me gustan mucho los animales, pero tengo una afinidad especial con la aves.
    Desde niña tuve pollitos, gallinas, luego canarios, palomas y finalmente periquitos.

    Actualmente, tengo un periquito el cual adoro y me adora, lo sé, lo siento, en su forma de comunicarse conmigo.

    Fijate, yo creo que el secreto de estos animalitos es domesticarlos, tratarlos como parte de la familia, no encerrarlos en jaula, sino sienten que han perdido su libertad tan preciada, asi poco a poco aprenderán a volar en el espacio que le tengan designado.

    Claro que hay que tenerles mucha paciencia y cariño para su limpieza diaria, alimentación y para enseñarles a que confíen plenamente en uno, pero solo así se logra su fidelidad.

    Te recomiendo la película "Poly", si es que no la has visto aún, es preciosa.

    Abrazos en el alma y buen inicio de semana!!!

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  22. Gracias Diana por tus consejos. Esta periquitos los teníamos desde hace muy poco y aún no habíamos empezado a soltarlos por la casa. El caso es que el macho decidió marcharse en el primer descuido para no volver ya. Hemos tenido que buscarle una nueva pareja a la hembra y poco a poco y con mucha paciencia intentaremos que puedan estar con nosotros sin necesidad de unos barrotes.

    Besos y muchas gracias.

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Se agradece siempre tu compañía y opinión. Este blog sería un algo en la nada sin comentarios.
Gracias

Y vueltas y vueltas…

            Te movías al son de océanos de agua cristalina; yo te observaba con la mirada de quien bajo un asombro temporal, atisbaba un fin...