sábado, 5 de enero de 2013

Cabalgata




Hay personas, o en este caso personitas, que siempre nos provocan una sonrisa por su inocencia y dulzura.

De regreso del aeropuerto en el que los Reyes Magos tuvieron a bien regalarme el regreso de mi añorada hija, reímos con una niña de no más de seis años, que con acento claramente de otro país, le preguntaba a su mamá:

                        Mami, mañana iremos a ver la calbagata?”

       "Se dice cabalgata”, le contestó su madre

                    “¿Cagalbata?”

                No, “cabalgata”

                  “ ¿Calgabata?”

        No, no, no, “cabalgata”

Y así, por cada acierto en su pronunciación, se equivocaba diez veces, con toda la combinación posible entre las sílabas de esa palabra.

Todo el vagón de ese tren de cercanías, estábamos pendientes de sus ocurrencias, hasta que en la parada de Las Margaritas y antes de abandonar el tren, acabó diciendo:

“ Mami, debo aprender a hablar mejor el español, porque no sé decir CABALGATA”

Esto, aunque suene a chiste, fue tan real que provocó la carcajada general entre los que allí continuábamos nuestro viaje.

Pues esa alegría y esa inocencia es la que deseo para todos aquellos que como yo se sientan igual que esa niña en una noche tan mágica como la de hoy.

Como hombre, no esperaré ningún regalo. Pero como niño, quiero seguir pensando que alguno de esos Reyes Magos se apiadará de mí y me provocará una sonrisa igual a la que una niña me regaló, ilusionada en una CALBAGATA.




2 comentarios:

  1. Sabes? Hace años q no tengo regalo de Reyes (mis hijos vienen en Nochebuena y hemos tenido q acoplarnos al Papa Noel), pero ningún año dejo de escribirles mi carta, en papel o dentro de mi. Todos, todos los años les pido. Y, algunas veces, me traen lo q quiero.
    Un besico, feliz día.

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  2. Sea como sea Sara, lo importante es que se cumpla aquello que pedimos. Que tengas un hermosísimo día.

    Besos

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Se agradece siempre tu compañía y opinión. Este blog sería un algo en la nada sin comentarios.
Gracias

Y vueltas y vueltas…

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