Es
muy tarde y la ciudad duerme a pesar de unos adornos especiales en sus calles.
A
esas horas, por compañeros, los habituales. Mis pensamientos y el Amigo fiel
que siempre en tiempos de sueños me permite acompañarle.
Podría
ser un día más; un día de reflexión, preguntas calladas y certezas encontradas
en el silencio de un pequeño rincón solitario; pero no, sin querer o quizás
queriendo sin saberlo, dos figuras ante mí hacen mella en un sentimiento que
año a año me persigue para encontrarme sin apenas resistencia.
Esas
dos figuras inmóviles, miran al vacío, a lo invisible, a lo esperado. Una
espera que se repite desde hace siglos; una espera, que siendo pasada, está
cargada de futuro y alegre esperanza.
Y
yo ahora, aquí, en este momento, me quiero unir también a esa espera
silenciosa.
Me
mueve la nostalgia del recuerdo sin pesar de la madre que marchó a esperarme en
mejor sitio.
Me
mueven los abrazos y los besos que un día despidieron con tristeza a una hija
para ser transformados ahora en la alegría suprema del retorno desde tierras
lejanas.
Me
mueven los míos; los que día a día hacen que merezca la pena vivir ésta y
muchas vidas.
Aquellos
otros que en poco tiempo han sabido, querido y demostrado ser parte también de
mi historia familiar.
Los
amigos que ya no están pero seguirán por siempre ahí.
Los
que siguen ahí, pero no siento cercanos y aquellos otros que acertaron a serlo
cuando más necesité una mano tendida y llena de consuelo.
Me
mueven y me conmueven las lágrimas del amigo enfermo de rostro duro y corazón
enorme con el que en breve espero brindar con una gran jarra de nuestra querida
bebida de espuma blanca.
Me
mueve una esperanza, una ilusión de un futuro mejor. Un futuro vacío de odios y
lleno de comprensiones. Un futuro de reconciliación entre hermanos y brindis de
perdones.
Un
futuro de juegos sin jugar; de cantos sin cantar y de abrazos sin abrazar.
Todo
eso y aún más me mueve ese espíritu que fiel a su cita me mostraron en la
soledad de la noche y en su quietud dos simples pero significativas figuras a
través de las cuales quiero desear a todos mis clientes, compañeros, amigos,
familiares e incluso enemigos una
¡¡¡
FELIZ NAVIDAD !!!
Hacía tiempo que no pasaba a saborear un café junto a tus letras, ya sabes...el trabajo, las ocupaciones...la vida que corre demasiado y no nos deja disfrutar a tiempo completo de nuestras aficiones.
ResponderEliminarTe envío un fuerte abrazo y te deseo unas felices fiestas.
¡qué belleza transmite tu escrito!. Me transmite muchos sentimientos. Gracias.
ResponderEliminarMe ocurre lo mismo Jorge. Habrá que proponerse como sea retomar los blogs de siempre y hacer un paréntesis de tanto ajetreo.
ResponderEliminarTe deseo una feliz Navidad y un año cargado de bienes.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias Clara. Esa es la razón de ser de mi blog. Transmitir algo que llegue a alguien.
ResponderEliminarAgradezco enormemente tu visita. Este café corre de mi cuenta.
Un abrazo