miércoles, 14 de junio de 2017

Un café, un asombro

Noche de urgencia médica; mujer mayor con azúcar en niveles menores; visita a domicilio de doctora y ayudante.

Auscultación, historiales leídos, comprendidos, comentados y acciones a seguir.

Mientras la doctora escribe, pienso y al pensar se me ocurre una típica frase venida a cuento de unas horas tan tardías. La pregunta formulaba lo siguiente:

“¿Quieren ustedes tomar un café o alguna otra cosa?”

La perplejidad, el asombro y cierto “no me lo puedo creer”, se reflejaron en el rostro de la mujer que mirando a su ayudante comentó:

“Es la segunda vez en un mismo día que nos ofrecen algo. Increíble”

¿Tan raro es? Pregunté yo.

Rarísimo, me contestó ella.

Ahora la perplejidad y el asombro me poseyeron a mí.

¿Tan extraño puede resultar que se ofrezca un café a altas horas a quien de guardia se mantiene en guardia por nuestra salud?

¿Tan fuera de lo común resulta ofrecer un refresco o un vaso de agua a quien a las cuatro de la tarde de un tórrido día acude a una llamada de auxilio médico?

Pues me juran y perjuran que sí; que así es.

Y ahora me pregunto yo:

¿Dónde quedó la humanidad?

¿Dónde quedó la generosidad?

Y sobre todo…

¿Dónde quedó la educación?

Me pierdo elucubrando y buscando respuestas porque al hacerlo no hago sino acongojarme y pensar que esta sociedad, que estos tiempos que vivimos, son del hombre sin el hombre, de los valores infravalorados y de la educación y cortesías pasadas de moda.

Y eso… asusta.





6 comentarios:

  1. Querido Luismi, esto es así.
    Recuerdo momentos de mi niñez,de unos terribles dolores de garganta y de unas malditas inyecciones que me recetaban... Recuerdo la preparación en casa, todo dispuesto para quien sobre la hora de cenar venía a ponermelas, Recuerdo los llantos y le recuerdo siempre en la cena, el mejor plato para el señor practicante!!!!
    El agradecimiento de mis padres y mi enfado ( no por la cena, por el pinchazo )
    Hoy mismo unos de esos niños a los que les pagamos la educación y les concedemos becas de comedor, me ha silbado y me ha dicho... quiero más chorizo!!! Ni te cuento la que le ha caído... por supuesto se quedo sin chorizo pero lo mejor es que el equipo directivo estaba comiendo a 10 metros y nos han oído, su respuesta.... ni mu. Así nos va...

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  2. No lo sabes tú bien... ¿cortesía, educación, generosidad, etc, etc,?, introvertido mundo en el que vivimos, ya nada es normal, amigo y no es que esté pasado de moda, te aseguro que hasta el fontanero que viene a casa se le ha ofrecido una cerveza, pero ya nada ni nadie importa, hay quien vuelve la cabeza para evitar el saludo, o se hace el sueco para no decir buenos días, es que cuesta ser amable, Luismi y no se te ocurra sujetar la puerta del ascensor porque te miran como a un bicho raro.
    Buenas noches.

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  3. No me extraña Yolanda que la educación no aparezca por ningún lado si muchos chavales de hoy en día sólo conocen perfectamente sus derechos, pero no sus obligaciones. ¿He dicho chavales? Lo extendería a mucha gente adulta y eso es lo grave. Si no existe respeto, si ni tan siquiera existe la autoridad del educador y éste mira hacia otro lado, mal vamos.

    Sólo me queda el consuelo de que en nuestras casas, sigamos intentando impregnar lo que nunca se debía haber perdido en esta sociedad.

    Creo que fue Mandela quien dijo que la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo.

    Pues aunque sólo sea una parte pequeñita de ese mundo, que no quede por nosotros hacer vales la educación y el respeto.

    Aplaudo tu forma de tratar el asunto.

    Besos

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  4. Querida amiga Remedios: si partimos de la base que en este país la cadena de televisión más vista sigue siendo desde hace años Tele5, no podemos esperar otra cosa.

    No existe respeto por los mayores; incluso se les zarandea hasta provocarles la muerte como ha ocurrido en algún caso muy cercano a donde vivo.

    ¿Sujetar la puerta del ascensor? Ahí no me ha ocurrido. Pero en la del Metro, me ocurre con bastante frecuencia y no sólo con chavales jóvenes sino con personas adultas que te miran como diciendo "es tu deber el de sujetarme la puerta y no mereces ni tan siquiera un gesto amable".

    La prepotencia de algun@s no hace sino aumentar lo poco que son.

    Lo mejor es que nuestra conciencia siga durmiendo bien.

    Un abrazo fuerte

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  5. Las buenas costumbres y los buenos modales ya son de otro tiempo, los que tenemos mas edad añoramos el respeto y la educación que conocimos.
    Pero me resulta un poco extraña la sorpresa por tu ofrecimiento, por lo general nuestros sanitarios que hacen una gran labor, están acostumbrados a recibir elogios y algún pequeño obsequio para agradecer su labor.

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  6. También me extrañó a mí Matías, pero así es. Lástima la deshumanización continua de esta sociedad.

    Un saludo

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Se agradece siempre tu compañía y opinión. Este blog sería un algo en la nada sin comentarios.
Gracias

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