Pocas
cosas existen en la vida capaces de superar un abrazo; pero no uno de esos
abrazos de compromiso, sino aquel que hace del encuentro un estallido de
sentimientos.
La
ilusión, el carácter, la fortaleza, la lucha y un aderezo de sonrisa y brillo
en los ojos, vinieron de frente. Casi sin esperarla ya, pero quizás por eso,
fue mayor la intensidad del momento.
Pasado,
presente y futuro se fundieron en un silencio de muchas palabras.
Son
ya unos cuantos días y meses de semblantes serios, de bajar un escalón de
fuerza vital, de lucha frente a un enemigo vestido de traidor que siendo
pequeño se engrandece en la maldad de sus acciones.
Pero
también son meses de promesas, de batallas, de oraciones, de momentos, de
encuentros inesperados, de lágrimas furtivas, de ranas verdes, de cervezas que
no llegan y de mucha, mucha comprensión y necesidad de ser comprendida.
Un
día me buscó pidiéndome un abrazo desesperado, siendo amigo; más tarde, me
buscó pidiéndome un abrazo ilusionado, siendo Rey.
El
amigo, el Rey, se funden en uno sólo a la hora de abrazar a esa mujer, a esa
niña de pañuelo rosa que no necesita carta para saber a
ciencia cierta lo que pidió a un coronado de blanca barba.
El
tiempo será juez y parte; pero el Rey que marchó y el amigo que se queda, saben
de antemano que serán muchos otros los que vendrán, pero difícilmente igualaran
a éste abrazo tan real.
A Laura, la niña, la mujer, la amiga
Querido Luismi.
ResponderEliminarSalgo un momento de mi interior donde llevo algún tiempo escondida únicamente para contarte que vi s Laura , Que la di un beso y un abrazo a traición , ella no me veia y yo literalmente me tire a ella. Que me alegre de verla mucho que vi a Ricardo y a la peque y que incluso esta me saludo.
Un abrazo de un amigo es algo tan confortable como un sueño en tu cama.
Estoy segura de que los sueños de Laura se cumplirán. Abrazos seguro no le van a faltar.
Querida amiga: no le faltarán abrazos ni compañía aunque sea en la distancia.
ResponderEliminarNo concibo un mundo sin cercanía entre las gentes que se quieren. Aún más cuando la vida te pone contra las cuerdas.
Brazos me podrán faltar pero nunca abrazos con nadie que no lo necesite.
Gracias por tu visita que ya comenzaba a echar de menos.
Besos