jueves, 4 de octubre de 2018

Tiempo al tiempo

Porque no es lo mismo estar callado que callar, ni encallar a dar el callo, reflexiono conjugando en presente pero con la vista puesta en futuros que Dios sabe qué nuevas o viejas nos traerá.

Pocas hojas caen aún de un otoño recién asomado disfrazado de veranos de otros tiempos. Mañanas frescas abrigadas en tardes de soles, terrazas y cervezas. Dudas al vestir y cuerpos de bronceados en declive.
Los vaivenes de ideas, pensamientos, inquietudes, ánimos, proyectos… son constantes. Nada concreto, nada fijo, nada constante.
Todo ello me lleva a fiarme de sensaciones; de típicos y tópicos “me da a mí que…” y haciendo caso de ese instinto, voz interior, conciencia, Dios o como queramos llamarlo, por una vez o por dos y sin que nuevamente sirva de precedente, actúo movido por un dictado que ese profesor instalado en mi cabeza no para de proponer en cada examen con perspectivas de buena nota.
Instalarme en la rutina dejando en un trastero olvidado esa maleta que todos mal o bien llenamos de propósitos, era un opción, pero no la única.
Es la hora de saborear lo que de bueno tiene lo próximo, lo cercano; de ponerse gafas de cerca sin prisas por mirar de lejos. Hora de abrazar cuerpos, personas y almas que no hace mucho eran repelidas por el mal ejemplo de quien dice ser y demuestra con sus actos no serlo.
Es tiempo de mirar a los ojos de la gente; de escuchar más que de oír; de esperar más que de ser esperado; de alabar sin desear su participio. Tiempo de largos redobles de tambor sin la imperiosa necesidad de un golpe final de platillo; de dejar al destino que siga su curso sin ponerle zancadillas; de poner mejillas aunque sea de perfil; de espera, de silencio, de rincones sin mirar a la pared; de armisticios aunque no alcancen la categoría de tratados de paz ; de mirarse al espejo y hablarle a ese clon que te devuelve la mirada; tiempo de dulces de chocolate a hurtadillas y una mueca de sonrisa en los labios; tiempos de dejarse caer por los lugares para regalar un simple “hola, pasaba por aquí”.
Tiempo, tiempo, tiempo…
Dejémosle mover manecillas, arenas en caída o dígitos de vivos colores y pensemos que tiempo al tiempo.


4 comentarios:

  1. Chapeau mon amí precioso. Un escrito que me lleva a pensar que el instante en el que vivo hay que aprovecharlo. Sí, tiempo al tiempo, dejemos que ocurra lo que tenga que ocurrir y que venga repleto de buenas vibraciones. Me ha encantado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias mi querida amiga. Dejemos al tiempo que actúe. Un gustazo como siempre que dediques parte de tu "tiempo" a pasar por aquí.

    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  3. Querido luismi:
    En esta maravillosa exposición del léxico que tenemos en nuestro idioma me doy cuenta de tu ingenio.
    Ya sabía yo que lo eras por otros motivos, Pero quizás sean las tardes otoñales disfrazadas de calurosos tiempos las que te lleven a tener estas interesantes exposiciones tuyas.
    Sabes que me encanta!!
    Eres un predisgitador de las ideas y las transmites con finas puntadas trazando un maravilloso bordado.
    Es estupendo tener como amigo a un ser tan especial.
    Espero que esas gafas nuevas que te pusiste te descubran nuevas formas de mirar, Que no ver.
    Y también espero que esa maleta no la dejes en el trastero olvidada y que la abras y dejes salir de ella todo lo que te pese para que tu andar sea liviano.
    Y si hay que comer chocolate que no sea a hurtadillas, Que sea en una cafetería si esconderse del que dirán y del cuanto me engordara.
    Me pido voluntaria para sí se da el caso cambiar las tardes de tercios por tardes de chocolate caliente.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. ¿Tardes de chocolate caliente? Me gusta la idea; cuando los fríos comiencen, las ideas se acumulen y las palabras necesiten ser compartidas, nada mejor que una buena charla entre amigos. Sigo pensando que el mundo está muy falto de esos cafés, chocolates o cervezas con el sanísimo propósito de ser mejores personas. Quien no lo entienda o no defina bien ese concepto de amistad, no sabe lo que se pierde.

    Gracias por ser voluntaria, fiel lectora y buena amiga.

    Besos de chocolate

    ResponderEliminar

Se agradece siempre tu compañía y opinión. Este blog sería un algo en la nada sin comentarios.
Gracias

Privilegiado

El diccionario nos revela que una persona privilegiada es aquella que tiene cierto privilegio, ventaja, derecho especial, prerrogativa o acc...