Sentado en mi coche, con las manos al volante, suena de fondo un viejo blues. Con la vista al frente, concentrado en el camino, el paisaje es inquietante. Vía estrecha y totalmente recta. Una atmósfera cambiante en extremo. Lo que hasta ahora era un nublado día, da paso a una pertinaz lluvia que anega todo mi campo de visión.
En estas condiciones, cualquiera podría sentirse en cierto modo algo inquieto, pero en mi caso, me refugio en el abrigo y protección que el vehículo me brinda. El repiqueteo del agua sobre la carrocería, me produce incluso una sensación de relajación que me transporta a un lugar muy diferente.
Sin perder la concentración en la conducción, me encuentro ahora en una larga carretera de Nueva Orleans a los mandos de un viejo Cadillac. La música suena y la soledad me rodea. Pero me siento bien. Alejado del mundanal ruido. Sólo la carretera, buena música, un agradable paisaje y yo. No necesito más.
De repente, la lluvia ha cesado para dar paso a un fuerte viento que de un plumazo expulsa mi ensoñación. Atrás quedó esa lluvia, atrás quedó ese Cadillac, atrás quedó Nueva Orleans y poco a poco atrás va quedando ese insípido lavadero automático de mi insípida ciudad.
Al menos, aún me quedan las notas de un viejo blues.
Al menos, aún me quedan las notas de un viejo blues.
Compañero, ese viejo blues...esa lluvia...ese Long Road to New Orleans....No hace falta mas...un abrazo
ResponderEliminarSuerte has tenido de poder recrearte en un sueño tan sensacional. El blues es una música maravillosa y relajante. Los buenos momentos vividos aunque sean soñados o en forma de sensaciones son enriquecedoras. El sabor mental que deja, es energía a nuestras neuronas. ¡Ojalá vuelvas a sentirte bien en nuevos viajes!!
ResponderEliminarUn abrazo
Te queda lo mejor, tú y esa música especial. Algo tiene el blues, que se instala con la nostalgia de los años.
ResponderEliminarUn abrazo Luismi.
Tú lo has dicho Alfonso. No hacía falta más. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Maruxela. Cada vez que vuelva por ese lavadero, procuraré llevar un blues. Porque lo de ir por una carretera de Louisiana, lo veo más complicado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una música Taty, que por mucho que pasen los años y viejos sean quienes la interpretan, siempre conmueve.
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
Cualquier situación nos conduce a imaginar esa lluvia que se hace tanto de rogar...! (aunque no me quejaré: esta mañana nos ha caído un buen chaparrón, así que algo es algo). Me ha gustado tu relato y su atmósfera intimista, dando paso libre a la imaginación...
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita a mi blog y por tu comentario. Volveré por aquí, no por la lluvia, sino por tus letras.
Un abrazo.
Gracias por pasar por este humilde café. Puedes volver cuando quieras. Y si con ello traes un poquito de lluvia por aquí, mucho mejor, que falta nos hace.
ResponderEliminarUn abrazo.
Luis.. si no te importan me voy contigo en tu viejo Cadillac... y que bueno llevame donde quieras...
ResponderEliminarsi es playa como que mejor..
que dulce..
y que agradable.. tu paso por mi Mirada.
un besazo de vuelta.. y de alegría de tenerte aqui otra vez..
Gracias Estrella y bienvenida siempre por ésta que ya sabes que también es tu casa. No sé por qué pero habíamos perdido un poco el contacto. Pero siempre hay un José Tomás que me recuerda que por ahí tengo una amiga aficionada a los toros, jejeje.
ResponderEliminarEn un Cadillac con esto de la crisis, será difícil. Pero imaginemos que lo es...
Un beso enorme amiga.
He conducido a tu lado ese Cadillac, no quería que despertaras de tu sueño, pero a ambos nos han devuelto a la cruda realidad.
ResponderEliminarGracias por esa bella música.
Con ternura
Sor.Cecilia
¿Está abierto todavía?, necesito un café, descafeinado hijo mío porque los años no pasan en balde.
ResponderEliminarMe ha gustado tu estilo, hay que ser capaz de llevar la imaginación hasta llegar a penetrar en los sueños. Me pareció estar en la época de Elvis, ¿se nota que me gusta?.
Saludos azules.
Sor Cecilia, gracias por acompañarme en este viaje. Prometo hacer más salidas como esta y estás siempre invitada.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Airblue, mi café está abierto la 24 horas del día. Siempre habrá un café recién hecho para todo navegante que pase por aquí. Comparto contigo esa afición por Elvis y creo que esos "Sueños de aire azul" los visitaré con cierta frecuencia porque por lo poco que he leído, ya me merece la pena.
ResponderEliminarUn abrazo