Malos tiempos, sí. Muy malos. A ti y a mí nos afectan. No somos nada, no somos nadie, pero somos y estamos.
Tenemos un rictus serio; poco cambiante. Los pensamientos, en ebullición; las preocupaciones, amontonándose por falta de espacio; casi sin nada que rascar en los bolsillos; discusiones, nervios, voces, reproches, forman parte de ese atroz juego en el que se ha convertido la vida de muchos.
Añadamos un recién estrenado otoño caliente y completaremos un sombrío e incierto futuro.
Pero futuro al fin y al cabo. Ya somos afortunados teniéndolo.
Y ante tanto negro nubarrón, sólo dos caminos transitables hacia ese futuro.
Por un lado, un camino de desesperación, desdichas, incomprensiones, miradas perdidas, sueños sin dormir y soledad castigada en un rincón.
Por otro, un camino de paciencia, reflexión, serenidad, diálogo y unión de la buena gente.
La elección siempre será nuestra. Los medios, también.
Yo quiero, debo y creo que puedo optar a iniciar el viaje por ese segundo trayecto.
Sé que no será fácil. Nunca la vida lo fue. Pero también sé que por cada sonrisa mía o tuya que consiga, más fácil será el camino.
Chapeau,Luismi...Y yo te acompaño por ese sendero...una sonrisa...aunque a veces será crispada y otras irónicas...pero la mayoría tratara de ser un reflejo feliz...un abrazo
ResponderEliminarTengo que felicitarte por tu blog es maravilloso el video me cambio de estar seria a sonreir because of you
ResponderEliminarUsaré tu video para un texto mio Me has motivado
ResponderEliminargracias
wow que bueno este post, amigo!
ResponderEliminarLa realidad y la esperanza caminan juntas.
Siempre entre dos se ve todo más fácil.
Muchos besos.
Ese acompañamiento, amigo Alfonso, será como la vida misma. Mientras haya risas, el camino se hará corto.
ResponderEliminarUn abrazo
A Recomenzar, gracias por tus palabras y bienvenida. Me alegra que te gustará. Procuraré leerte.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Gracias Ohma. Cuantos más seamos caminando por ese sendero, mejor.
ResponderEliminarBesotes alegres.
Pues, lleva usted mucha razón. Habrá que sonreir mientras caminamos en pro de un oasis , pues eso es lo que veremos.De todas formas lo intentaremos , aunque será dificíl encontrarnos con lo que nos han quitado .No pensaremos en los sastres con tijeras en mano, que, gracias a nosotros, siguen viviendo opíparamente, sin afectarles para nada la crisis.No obstante caminaré contigo
ResponderEliminarPues ya vamos siendo unos cuantos para iniciar ese camino. Bienvenida y adelante.
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