Cuando el
enfado da paso a la ira, el hombre deja de ser hombre para vestirse de animal.
El razonamiento, más que confuso, se torna en un agujero negro que arrasa lo
que encuentra a su paso.
De nada
sirven las palabras, de poco sirven los gestos y no hay tiempo para
explicaciones.
Pensar se
vuelve una quimera y las sombras nos atraen más que las luces de neón.
Es quizás
ese lado oscuro que todos queremos ocultar y que sin ser llamado, un día se
presenta altanero como el principal protagonista de nuestra existencia.
Nunca quise
buscarlo; siempre intenté encerrarlo bajo siete llaves, pero un día escapó para
encontrarme. Y vino para retenerme, pero no se lo puedo permitir.
Nadie merece
esa ira y mucho menos aquellos que en silencio, más me quieren y me pueden entender.
Es a ellos,
a esos que durante unos días han tenido que soportar estoicamente mis enfados,
con o sin sentido. A esos es a los que sólo puedo pedirles un penúltimo gran
favor:
Que intenten
mirar siempre el lado amable del tipo que escribe esto y se convenzan que ese otro
indeseable, es sólo un personaje transitorio que intenta hacerse con el control
de la situación en un momento de debilidad.
No ha nacido
aún nada ni nadie que derrote mi conciencia, ni mis buenos sentimientos y aunque
un día me venza, y la bondad que busco en mí pueda quedar ciertamente
trastocada, sé que aquellos que me quieren sabrán comprenderme.
A todos ellos, a
todos vosotros, respirando hondo, con esta melodía de fondo, os regalo un beso
y os pido mil perdones.
Los que te queremos te perdonaremos al menos 70 veces 7 como se decía en un capítulo de un buen libro :)
ResponderEliminarEspero que tu también sepas soportar las malas respuestas y acciones que puedan hacerte mal... errar es humano pero perdonar divino
besazos pegaminosos :P
Gracias María. Qué bien me hacen esas palabras de gente que me quiere.
ResponderEliminarBesos enormes y sin ira.
Amigo mio...la ira se viene apoderando del hombre desde que el mundo es mundo...y seguirá ocurriendo...incluso a hombres buenos como tu...de lo mejor , lo superior...No te quepa duda que los que te quieren perdonan...porque han mirado alguna vez en tu alma y saben lo que hay allí...un abrazo...
ResponderEliminarQuerido amigo Alfonso, este comentario tuyo es de esos que llegan y no se olvidan. Muchísimas gracias amigo mío y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarLuismi:
ResponderEliminarLo verdaderamente importante es reconocer nuestros fallos, todos tenemos momentos de ira, a veces incontrolables, pero siempre nos queda la oportunidad de arrepentirnos y el perdón no se debe negar a nadie. Hay algo que dices que me ha gustado: "sé que aquellos que me quieren sabrán comprenderme", no lo dudes, Luismi, para ello está el corazón.
Saludos.
Gracias Airblue. Afortunadamente, los ríos revueltos siempre se calman y vuelven al curso que nunca debieron abandonar. Son momentos casi incontrolables, pero todo pasa y todo se olvida con el cariño de los que realmente nos quieren.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Todos tenemos de esos momentos, aunque algunos mas amenudo que otros. Lo bueno es que aunque en el momento no los puedes controlar despues eres lo suficientemente persona para saber reconocerlos y pedir perdon. Y de eso no es capaz todo el mundo, solo unos pocos... y tu eres uno de esos.Tu corazon es grande pero nadie es perfecto. Un bessito enorme
ResponderEliminarMuchas gracias Men. Soy un tipo afortunado por rodearme de buena gente aquí y allá. Gracias amiga. Besitos y buen finde.
ResponderEliminarSoy de esas personas que les cuesta mucho perdonar. Sobre todo aquellos que me hicieron mal sin motivo ni razón. Lo digo muy sinceramente, me cuesta, es más pongo distancia rápidamente . Pero tu, Luismi , eres un tesoro y después de lo leido más. Créme, me ha llegado al alma tus letras . Has logrado penetrar en su coraza .A lo mejor es bueno derretir este metal que la envolvía
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y ánimo
Gracias Maruxela. No creo que sea ni mejor ni peor que nadie. Simplemente, siempre he pensado que es mucho mejor y más fácil hacer el bien o pedir perdón, a hacer el mal sin querer ver las consecuencias. Gracias por tus palabras y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQuerido Luismi:
ResponderEliminarMuy reflexiva tu entrada, y es verdad, hay veces en que sin darnos cuenta nos dejamos ganar por ese lado oscuro que todos guardamos dentro y aflora en el momento menos pensado y menos indicado, y entonces hacemos cosas que luego nos arrepentimos, herimos la suceptibilidad de nuestros seres queridos, tan solo por dejarnos llevar por el instito animal, que nunca es racional.
Es dificil controlar los demonios internos, pero no imposible de dominarlos, si somos concientes del error y procuramos enmendarlo, através de un sincero arrepentimiento.
Besitos de mariposa.
Gracias Diana. Esos son momentos que como dices, son difíciles de controlar, pero que al fin y al cabo digo yo que también pueden tener un lado positivo siempre y cuando sirva de reflexión a las personas involucradas en momentos así. Menos mal que estoy rodeado siempre de buena gente que me ayudan a superar los malos ratos.
ResponderEliminarBesitos y abrazos muy cariñosos para tí.