viernes, 24 de mayo de 2013

Más allá de un libro

No sé si será porque me voy haciendo mayor, que no viejo, o quizás porque los años enseñan y las canas me van haciendo como el brandy, veterano.

El caso es que cada vez con más fuerza, me atraen los ambientes y las personas que en mi modesta opinión, puedan aportarme un enriquecimiento personal en las innumerables carencias que como ser humano ya traía yo de fábrica.

Por eso hoy, amanezco alegre; amanezco feliz. Lo vivido ayer, debo guardarlo en ese archivador lleno de carpetas personales que conforman mi existencia. Y es en una carpeta especial que yo rotulo como de “buenos momentos”, en la que clasificaría una tarde-noche a caballo entre la diosa Cibeles y una hermosísima Puerta de Alcalá.

Hacía mucho, quizás demasiado tiempo que no disfrutaba tanto entre letras, risas, alguna rubia cerveza, también alguna rubia mujer y todo ello en un salvaje ambiente cultural; porque si un libro es cultura, la cultura tampoco está reñida con el buen humor y las ganas locas que todos en el fondo tenemos de ser felices.

Y para esa felicidad, basta un momento alegre o entrañable.

Ambos los viví ayer. El culpable, un escritor amigo o un amigo escritor que tanto escribe o escribe tanto.

Hace cuatro años que este amigo tuvo la feliz idea de comenzar a esbozar lo que ayer oficialmente, recibió como XXVIII premio de poesía Hiperión.

Él sabe mejor que nadie, que no soy ni mucho menos un experto en esto de la poesía, los poetas y el ambiente que les rodea. Pero si los que realmente entienden le han otorgado por unanimidad este importante galardón, es que muy mal, este muchacho no debe escribir, no.

Dejaré para los que saben de esto, que resuman el contenido de su libro y cualquiera puede informarse a través de los innumerables medios que la red pone a nuestro alcance.

Debo decir, no obstante, que independientemente de la falta de objetividad que los lazos que me unen al autor me pudieran provocar y siempre dentro de mi ignorancia poética y después de haber leído los treinta y nueve poemas que conforman su “Baile de máscaras”, lo he vivido y disfrutado prácticamente del primero al último. Y lo que más me atrae de su lectura, es quizás el positivismo que se desprende aún incluso tratando temas tan trascendentales como la muerte.

Por eso, ayer me quedé observándole mientras no paraba de firmar ejemplares de su obra y me alegré por su cara de felicidad, de agradecimiento, quizás incluso de ternura.

Y no tuve prisa alguna para que firmara mi ejemplar, porque la mejor dedicatoria que cualquier persona, cualquier escritor, cualquier amigo me puede ofrecer, es el cariño de un abrazo que hacía tanto tiempo que no nos dábamos.

Hoy brindo por él, por su éxito y también por poder compartir alegrías, porque hago mías también las buenas cosas que nos pueda ofrecer aquello que va más allá de un libro.



























* Como no, agradecer también a la familia de José Manuel Díez (sus padres, hermana, novia...), amigos como Lola Villajos, Lichis, Luis Pastor, etc. la simpatía y amabilidad con la que nos trataron y que hicieron que fuera una velada inolvidable. A todos, muchas gracias.



6 comentarios:

  1. Hola Luismi, me alegro que hayas disfrutado de las letras, entre ellas voy caminando como poeta, cosa que llevo muy dentro desde niña. como bien ya sabes.
    Mis felicitaciones por tu amigo escritor o tu escritor amiga, ya tienes más amigos en las letras.
    Con ternura te dejo un beso
    Sor.Cecilia

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  2. Muchas gracias amiga. Las letras siguen uniendo buena gente.

    Un fuerte abrazo.

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  3. Ya sabes, Luismi, el mejor amigo un libro y cuando ese libro es de alguien querido todavía se disfruta más.

    Me alegra encontrarme con gente que lee y escribe como tú.

    Un abrazo.

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  4. Muchas gracias amiga. El sentimiento es mutuo.

    Un fuerte abrazo.

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  5. Hola Luismi!! veo este post y me fastidia no haber charlado un rato contigo, porque yo también estuve allí y no te vi o quizás no te reconocí pero es raro. Yo me fui del pub sobre las 21:15. Bueno espero que todo vaya bien y a ver si para la próxima ocasión nos vemos. Y en lo referente al post el Baile de Máscaras que se marca José en el libro es una auténtica obra de arte. Un abrazo!!

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  6. Pues ahora que lo dices, creo que te vi cuando te marchabas, mientras estaba yo hablando con el padre de Josele. Pero saliste tan rápido, que no fue posible charlar. Yo fui con mi mujer y acabamos sobre las 23:30. Genial ese Baile de Máscaras. Espero que nos veamos cuando venga a tocar en octubre. Un abrazo Nacho.

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Y vueltas y vueltas…

            Te movías al son de océanos de agua cristalina; yo te observaba con la mirada de quien bajo un asombro temporal, atisbaba un fin...