jueves, 11 de julio de 2013

Cervezas calientes

Es noche cerrada; en el ambiente flota cierto ambiente a salitre, a brisa marina. Me rodean murmullos y comentarios en voz baja. Un muchacho abraza con ternura la cintura de una chica que nunca sabré si realmente era suya o no. ¡Qué más da! si se mueven al son de un tipo que canta al mundo una hermosa canción de alguien que conduce toda una noche.

Una canción que me traslada a otro siglo en el que yo también fui adolescente. En ese instante yo también hubiera abrazado a mi chica, quizás incluso la hubiera besado; pero allí no estaba.

En su lugar, a mi lado, un par de amigos y un deseo irrefrenable de expulsar de mi toda esa cerveza que por no perder detalle de esa melodía, me negaba a despedir.

Tantos años deseando ver al artista y disfrutar en vivo de esa gloriosa canción y justamente ahora, me encuentro apretando dientes y sujetando como podía una vejiga desbocada.

Como no podía ser de otra forma, mi resistencia fue vencida y mis pies me llevaron a toda prisa a un portátil urinario que preservaba mi intimidad de las miradas de todo el gentío a mi alrededor, pero no de los miles y miles enfervorizados fans de unas gradas repletas del viejo Molinón.


Curiosa situación en la que nunca me vi envuelto. Delante, contemplando a mi ídolo en su máxima expresión; alrededor, miles de personas con sus miles de historias, vivencias, éxitos o fracasos y yo allí con los oídos más abiertos que nunca, una mano en el aparato fotográfico, la otra en el otro aparato  y unas cervezas ahora calientes, que se despedían definitivamente de mí.



Todas las fotos Luismi excepto las dos últimas.
















Foto internet

Foto internet

* Momentos inolvidables vividos en la noche del 26 de junio de 2013 en el Estadio del Molinón de Gijón.


2 comentarios:

  1. Vaya...con The Boss...Debió ser un concierto memorable ya que Bruce lo da todo en el escenario...por suerte los viejos rockeros nunca mueren...un abrazo, Luismi

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  2. De estos, quedan pocos ya amigo. Lo peor es que cuando gente como esta desaparezca de la música, las próximas generaciones no sé qué se van a encontrar. Con casi 64 tacos y tres horas y media sin parar... No termino de dar las gracias a aquel que me invitó.

    Un fuerte abrazo

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Y vueltas y vueltas…

            Te movías al son de océanos de agua cristalina; yo te observaba con la mirada de quien bajo un asombro temporal, atisbaba un fin...