miércoles, 28 de agosto de 2013

Operación Pelotas

Que sí, que sí. Que se acabaron las vacaciones para un servidor. Atrás quedaron días de vino y mujeres, aunque si soy sincero diré que fueron días de cervezas, esposa y calor.

Vuelvo a la vorágine de la gran ciudad; con sus calores, sus colores y sus olores (los del Metro de Madrid).

Mismo autobús, mismas caras, mismo aporreador de teclado en la estación de Plaza Elíptica (al que deberían detener por contaminación acústica) y en definitiva, un regreso a mi inalterable vida diaria.

Eso sí. Me fijo en caras y cuerpos (sobre todo de mujeres hermosas para no perder la costumbre) y advierto ciertos bronceados espectaculares.

Más llamativos si cabe, cuando alguna de estas mujeres se sienta a mi lado y forma conmigo un cuadro de claroscuro espectacular. Porque mi mujer y yo, debemos ser de esa especie en peligro de extinción, que al regreso de las vacaciones, casi volvemos más blancos nucleares que cuando nos fuimos. Y no es porque no salgamos de la habitación del hotel, porque en nuestro caso, ni hotel y casi ni habitación.

El caso es que aquí estoy otra vez con las mismas ganas de siempre. No sé si muchas o pocas y lo que es peor, sin tener claro con ganas de qué.

Escucho a mi alrededor hablar de síndrome postvacacional, al igual que antes y durante el verano, he podido escuchar aquello de la operación bikini.

Así que reflexionando y por no ser menos, he decidido iniciar mi propia Operación verano-otoñal.

Debo salir de mi rutina, debo salir de mi sedentarismo y en definitiva, debo salir de mi sofá, por lo que he decidido iniciar un plan de entrenamiento semanal, que me ayude a alcanzar un estado de forma físico acorde con aquellos gloriosos días en los que el Luismi conseguía llegar de un tirón a la meta de la San Silvestre más famosa de España.

El cuerpo y la edad, quizás no sean mis mejores aliados para conseguirlo, pero creo que cuento con la voluntad necesaria para una tarea tan difícil actualmente para mí.

Sí debo avisar no obstante, que si algún amigo o amiga me encuentra en su camino mientras practico esta imitación de corredor callejero, no piensen que el deporte me vuelve más imbécil de lo normal por no saludarles. Es que tengo la fea costumbre de hacerlo escuchando música y lo que es peor, sin gafas, por lo que escucho y veo borroso.

Comienzo pues mi particular Operación Pelotas, denominada así porque en mi caso y al igual que para dejar de fumar, si no es a base de echarle “pelotas”, no hay manera de conseguirlo. ¡Que Dios reparta suerte!.


********************************************************************************




Algo más de cuatro meses después, la Operación Pelotas, llega a su fin. He cumplido mi misión y se subió al carro entre muchas dudas, mi pequeña.

 Llegamos a meta sin detenernos. Seguramente, llegamos de los últimos. Pero nadie nos puede quitar la satisfacción de cumplir un reto a pesar de todas las dificultades.

Atrás quedaron muchos días malos, algunos peores. Pero que nos quiten lo bailao.

Nada se consigue sin esfuerzo; nadie dijo que esto fuera fácil; por eso la satisfacción es mayor.


Hoy, cierro definitivamente esa Operación Pelotas, porque cuando todo parecía tranquilo, volveremos con la Operación Pelotas II.
















14 comentarios:

  1. Ánimo Luismi! Dicen que al final se le coge el gusto a eso del deporte...jajaja.

    Espero que las vacaciones te hayan sentado de escándalo, que sólo así el arranque laboral y otoñal se llevan de otra manera.
    Ah! no es que no te hayas bronceado, es que brillas con luz propia! ;)
    Un besazo!

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Mónica. Oye, qué forma más inteligente de describir la falta de bronceado, jejeje. Me encantó.

    Un besote gordo.

    ResponderEliminar
  3. Qué chispa más chisposa jajaja.

    No te sientas "mal" por venir blanquitos, los demás no han venido morenitos, sino quemaditos la piel; piensa: cuando pasen los años, esos bronceados darán asco por las señales en la piel, y vosotros, ahí, todo apañaos con piel de porcelana jajaja.

    Me ha encantado la operación esta, aunque un poco peligroso eso de no ver y no oír. En mi caso tengo lo que se podría llamar operación ovarios, cosa que estoy haciendo durante el verano, pero para que mi masa muscular vuelva de vacaciones. Eso sí... mis ovarios van a su rollo.

    Un abrazo.

    P.d: me ha gustado el enlace. Ahora a ver si sé ponerlo en el móvil jajaja.

    ResponderEliminar
  4. ¿Piel de porcelana? jejeje. Recuérdamelo cuando pasen unos años. No es tan peligroso eso de correr viendo y escuchando borroso. Sería peligroso si lo hiciera por plena calle o carretera; pero al hacerlo por aceras, el problema más bien, son las caquitas de perro que algún "cerdo" dejó sin retirar. Espero que te encuentres bien Patricia.

    Besos y abrazos.

    ResponderEliminar
  5. Yo la comenzare proximamente( la operacion pelotas), se perfectamente a lo que te refieres con ver todo borroso, es mi modo de ir por la vida, claro que aveces pienso que mejor...para lo que hay que ver! Y los amigos? Si.lo.son de verdad, nos saludan igual.

    ResponderEliminar
  6. No, si el problema no es que los amigos me saluden o no. Es que ni los veo, ni los oigo. Y además como voy a esas velocidades...jejeje. Cualquier día de estos,seguro que nos encontraremos por el camino y espero que al menos si no nos reconocemos, no tengamos un percance en forma de accidente frontal. Buenas noches.

    ResponderEliminar
  7. Es decir, deduzco que vas a salir a correr en plan "Rompetechos", auriculares en oreja y que vas a desconectarte de todo. Pues muy bien, Luismi, me das envidia, a mi me cuesta un montón subir por Sta Mª de la Cabeza aunque sea a comprar papas fritas. Ya me fijaré y cuando vea a un lanzado que ni oye ni ve,levantaré la mano para saludarte y será la contraseña de Airblue. Claro que sin gafas tampoco verás mi mano, ja,ja,ja.

    El síndrome postvacacional nos afecta a todos y cada cual se lo monta como puede.

    Bienvenido a la gran urbe amigo.
    ¡Ah! mi marido viene casi cetrino y sin tomar el sol, yo entre mi blancura se puede ver un ligerísimo tono dorado que se va en la primera ducha.
    No importa, no tendré color, pero tampoco arrugas.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. jajaja. No sé si como Rompetechos o como Mr. Magoo, pero es una opción de cambiar un poco la rutina diaria.

    Gracias amiga.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Hay que charle pelotas si para dejar la comodidad, y lo que es peor aguantar ese espíritu olímpico, :)
    Vamos que merece la pena!!
    Bicos.

    ResponderEliminar
  10. Hola Lusmi, tras casi tres meses de vacaciones, vuelo a estar con todos lo que puedo y claro, nunca me olvido de ti.
    Pues...te digo que pongas ganas de vivir, que a eso es a lo que estamos, intentar de ser felices con lo que tenemos. Y eso sí, deja de fumar, eso si que quita la vida.
    Un abrazo
    Sor.cecilia

    ResponderEliminar

  11. Es bueno volver a la rutina, al tiempo medido... y lo mejor es que ya quedan dos días menos para las próximas vacaciones Je,je, espero que esas pelotas respondan.

    Besito volado.

    ResponderEliminar
  12. Querida Sor Cecilia, me alegra tu vuelta. Tranquila, que el tabaco no es problema. Llevo ya dos años sin fumar y si encima hago ejercicio, menos me acordaré de él. Ganas de vivir no me faltan y poco a poco volveré a visitar tu casa.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Gracias brujita. Tranquila, que intentaré de verdad que esas pelotas respondan, jejeje.

    Un besito.

    ResponderEliminar

Se agradece siempre tu compañía y opinión. Este blog sería un algo en la nada sin comentarios.
Gracias

Y vueltas y vueltas…

            Te movías al son de océanos de agua cristalina; yo te observaba con la mirada de quien bajo un asombro temporal, atisbaba un fin...