miércoles, 5 de marzo de 2014

Escalones


No hace mucho, acudí a la presentación de un DVD, resumen más o menos acertado de la vida profesional y personal de un músico y compositor de nombre consagrado desde hace más de treinta años, en el panorama musical español.

Quizás la poca publicidad que se dio al evento, el lugar, hora o trascendencia del mismo, no eran los mejores aliados para una masiva afluencia de público. Pocas personas nos congregamos allí, pero yo lo agradecí enormemente, porque me resultó así un acto más emotivo, personal y cercano con la presencia del propio artista.

Aún más si cabe, cuando por sorpresa me encuentro con otro artista, otro cantante al que admiro como compositor y poeta, y al que me une la amistad de unos pocos años.

Claro está, que una ocasión así y por no perder mis costumbres ancestrales, casi me empujaron y obligaron a acercarme al legendario artista para conseguir un autógrafo en aquel disco de grandes éxitos que adquirí y hacerme la fotografía de rigor.

Todo el mundo requería su presencia, todo el mundo quería inmortalizar ese breve encuentro y entre esas personas, también se encontraba mi amigo artista o artista amigo, que para el caso, es lo mismo.

Me llamó la atención, que al igual que yo hace años también me acercaba a mi amigo con cierta vergüenza, pudor e ilusión a la hora de pedirle un autógrafo o una instantánea juntos, era ahora él quién se mostraba de la misma forma ante ese otro artista consagrado desde hace tantos años ya.

Imaginé entonces, una gran escalera cuyos peldaños de subida nos acercan más y más a lo más grande, sin distinción de lo que somos o hemos sido. En este caso, opino que siempre será mejor ir subiendo escalón a escalón, sin prisas y con esa dosis de humildad necesaria que impida que al alcanzar su cumbre, esos escalones acaben convirtiéndose sólo en un peligroso y desastroso descenso hacia el olvido.

       

6 comentarios:

  1. Hey, hace mucho no me pasaba por aquí. Cálido blog, todo él refleja una personalidad genial, saludos desde Colombia :). Me encanta la analogía de los escalones, besos

    ResponderEliminar
  2. Hacia el olvido caminamos siempre. Muy poquitos consiguen que se les recuerde después de su muerte.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Siempre mejor subir los escalones que hagan falta con la humildad por bandera.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias Carolina por regresar por este Café de todos. Siempre bienvenida.

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Creo ohma que siempre habrá alguien que nos echará de menos de una u otra forma.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Creo Jorge que la humildad siempre hará triunfar a las personas a largo plazo, pero siempre sobre seguro.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Se agradece siempre tu compañía y opinión. Este blog sería un algo en la nada sin comentarios.
Gracias

Y vueltas y vueltas…

            Te movías al son de océanos de agua cristalina; yo te observaba con la mirada de quien bajo un asombro temporal, atisbaba un fin...