lunes, 23 de junio de 2014

El paseo

Existen amistades que mucha gente no comprende. Amistades basadas en la confianza, el apoyo, el entendimiento, la escucha, la meditación, la comprensión. Amistades silenciosas que en el fondo no paran de gritar; gritos de libertad, gritos de humildad, cercanía, bondad, compañerismo…

Mil adjetivos serían válidos en una amistad así.

Una de esas amistades, me pidió ayer que le acompañara a dar un paseo.

No era un paseo demasiado largo realmente. Pero sí que fue un paseo para el recuerdo.

Que dos amigos charlen por la calle, no tiene mayor misterio.

Es época de fútbol, de vacaciones en ciernes, de cervezas a refrescar, de hermosas mujeres a quienes mirar de reojo…

Pero entre nosotros, la conversación que mantuvimos durante ese paseo, no tuvo nada que ver con esos temas, porque de vez en cuando, incluso hablamos de temas trascendentales.

Poco importaba que las calles de nuestro recorrido se llenaran de personas que en un día como el de ayer, prefirieran pasear también en un hermoso y veraniego domingo en mi ciudad.

Nuestra conversación fue profundamente enriquecedora, ajena a ruidos, trasiegos y gentes.

Hablamos del mundo; de la sociedad actual; de la indiferencia, apatía, falta de valores éticos, jóvenes y no tan jóvenes que ahogan miserias escudándose en el ataque fácil a otros; de un mundo sumido en prisas y caos. De un mundo de poderosos que sonríen empobreciendo y pisando al que catalogan como débil; de un mundo injusto para muchos y falto de justicia para otros muchos.

En definitiva, hablamos del hoy; pero siempre con una vista puesta en un mañana que quizás sea mejor. En esa esperanza, también nos miramos; con una mirada limpia, sincera, de buenos deseos y empeño en que así sea. Estoy seguro de que los dos pondremos todo de nuestra parte para que esos deseos, lleguen a ser certezas.

Y así, nos despedimos. Sin tristezas.

Él me preguntó: ¿Te veré pronto?

Yo le contesté: “Sabes que siempre, Amigo”.








* Tengo que dar las gracias a todas las personas que de una u otra forma, hicieron posible que yo pudiera tener el honor y el orgullo de poder pasear con mi Amigo en un día tan especial.

En particular, dedicado a Conchi por acordarse de mí.

Gracias.



4 comentarios:

  1. A ese Amigo tan especial, querido Luismi, pídele que reciba a mi amiga esta noche en sus brazos. Se ha ido a las siete y media de la tarde.
    No tengo más consuelo que la fe.

    Un abrazo.

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  2. Vaya, lo siento mucho. Cuenta con ello, se lo pediré. Tú y yo sabemos que el lugar donde va, será infinitamente mejor que éste.

    Ahora, aunque duela, es la hora de recordar los buenos momentos que habéis vivido.

    Un fuerte abrazo y mucho ánimo.

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  3. Que gran Amigo. Sin duda el Mejor. Le tenemos que cuidar que de esos hay uno en la vida.
    Gracias por compartir ese momento.

    Un abrazo

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Se agradece siempre tu compañía y opinión. Este blog sería un algo en la nada sin comentarios.
Gracias

Y vueltas y vueltas…

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