Existen
amistades que mucha gente no comprende. Amistades basadas en la confianza, el
apoyo, el entendimiento, la escucha, la meditación, la comprensión. Amistades
silenciosas que en el fondo no paran de gritar; gritos de libertad, gritos de
humildad, cercanía, bondad, compañerismo…
Mil
adjetivos serían válidos en una amistad así.
Una de esas
amistades, me pidió ayer que le acompañara a dar un paseo.
No era un
paseo demasiado largo realmente. Pero sí que fue un paseo para el recuerdo.
Que dos
amigos charlen por la calle, no tiene mayor misterio.
Es época de
fútbol, de vacaciones en ciernes, de cervezas a refrescar, de hermosas mujeres
a quienes mirar de reojo…
Pero entre
nosotros, la conversación que mantuvimos durante ese paseo, no tuvo nada que
ver con esos temas, porque de vez en cuando, incluso hablamos de temas
trascendentales.
Poco
importaba que las calles de nuestro recorrido se llenaran de personas que en un
día como el de ayer, prefirieran pasear también en un hermoso y veraniego
domingo en mi ciudad.
Nuestra conversación
fue profundamente enriquecedora, ajena a ruidos, trasiegos y gentes.
Hablamos del
mundo; de la sociedad actual; de la indiferencia, apatía, falta de valores
éticos, jóvenes y no tan jóvenes que ahogan miserias escudándose en el ataque
fácil a otros; de un mundo sumido en prisas y caos. De un mundo de poderosos
que sonríen empobreciendo y pisando al que catalogan como débil; de un mundo
injusto para muchos y falto de justicia para otros muchos.
En
definitiva, hablamos del hoy; pero siempre con una vista puesta en un mañana
que quizás sea mejor. En esa esperanza, también nos miramos; con una mirada
limpia, sincera, de buenos deseos y empeño en que así sea. Estoy seguro de que
los dos pondremos todo de nuestra parte para que esos deseos, lleguen a ser
certezas.
Y así, nos
despedimos. Sin tristezas.
Él me
preguntó: ¿Te veré pronto?
A ese Amigo tan especial, querido Luismi, pídele que reciba a mi amiga esta noche en sus brazos. Se ha ido a las siete y media de la tarde.
ResponderEliminarNo tengo más consuelo que la fe.
Un abrazo.
Vaya, lo siento mucho. Cuenta con ello, se lo pediré. Tú y yo sabemos que el lugar donde va, será infinitamente mejor que éste.
ResponderEliminarAhora, aunque duela, es la hora de recordar los buenos momentos que habéis vivido.
Un fuerte abrazo y mucho ánimo.
Que gran Amigo. Sin duda el Mejor. Le tenemos que cuidar que de esos hay uno en la vida.
ResponderEliminarGracias por compartir ese momento.
Un abrazo
Gracias a ti amig@. Un abrazo.
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