martes, 12 de agosto de 2014

Peter

Hoy se llora un adiós. Un adiós inesperado y por desgracia, con premeditación. La mejor de las sonrisas, también ocultaba un sufrimiento atroz.

Muchos de los que fuimos niños y seguimos siéndolo con centímetros de más, nos sentimos en cierto modo huérfanos de sus dulces, pícaras, traviesas y sinceras miradas que hoy han pasado a ser recuerdos.

Esa mirada que provocó mil risas, lágrimas y admiraciones, dejó de existir.

Quien la portaba, le dio la espalda a la vida, sin poder mirarla de frente y se cobijó en el siniestro abrazo de la muerte.

No se lo puedo reprochar. Su enemigo, fue implacable y pudo con él sin opción a remontar vuelo.

Son horas tristes; pero también son horas de recuerdos, de elogios, de admiraciones hacia un hombre, un actor de esos que siempre nos ha dejado en la memoria sensaciones de un mundo mejor.

En este planeta llamado Tierra, hoy murió un actor; pero en el País de Nunca Jamás, muchos seguiremos creyendo que el Sr. Robin Williams es realmente Peter Pan.

Con toda mi admiración, cariño y respeto, sólo puedo desearle que recobre la paz que un día perdió.

D.E.P.



4 comentarios:

  1. Un ejemplo más de que el sufrimiento interno de cada uno puede llegar a ser inimaginable por quienes te rodean. De nada vale que se sea admirado y querido si uno mismo no puede hacerlo.
    Un besote!

    ResponderEliminar
  2. Enorme problema ese de la depresión. Incluso los más cercanos muchas veces no podemos entenderlo. Y aquí no hay ni ricos ni pobres. Todos estamos expuestos a ese gran mal de nuestros días.

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Siempre me he preguntado hasta donde puede llegar el sufrimiento de una persona para quitarse la vida. Solo quien lo padece lo comprende y hay que tener agallas para ello, estar muy desesperado, loco o demasiado cuerdo.
    De lo que si estoy segura es del estado de desesperación tan cruel por el que pasan.

    El depresivo tiende al suicidio, es sabido, todo lo contrario del ansioso que solo desea vivir.

    Descanse en paz su sonrisa.

    ResponderEliminar
  4. Es casi imposible ponerse en la piel de las personas que lo padecen. Este hombre, teóricamente lo tenía todo; todo menos lo más importante: la felicidad.

    D.E.P.

    ResponderEliminar

Se agradece siempre tu compañía y opinión. Este blog sería un algo en la nada sin comentarios.
Gracias

Y vueltas y vueltas…

            Te movías al son de océanos de agua cristalina; yo te observaba con la mirada de quien bajo un asombro temporal, atisbaba un fin...