miércoles, 1 de abril de 2015

Obligación o devoción

Inmerso en plena Semana Santa. Una más, una menos. ¿Siempre igual?

No.
Todos los medios de comunicación social en mayor o menor medida hablan de procesiones; las religiosas y esas otras que se forman en todas las grandes vías de circulación por las que escapan millones de personas en busca de un descanso o un encuentro con la familia o los amigos en la distancia.

Yo no marcho a ningún lado. Tiempo habrá de visitar familia sin el agobio de multitudes que se desplazan al unísono.
Son varios años ya los que aprovecho estos días para adentrarme en territorios que seguramente el resto del año son ciertamente mucho menos explorados.

Esos territorios tan inaccesibles muchas veces, se me abren ahora en forma de puertas que en mi caso, no dejan resquicio a ninguna duda.
Atravieso con decisión ese pórtico de mí mismo que descuidado muchas veces me llama ahora con voz tranquila reclamándome sosiego y unos minutos, unas horas, un instante de meditación profunda; de diálogo sin palabras, de mirar sin ver, de convencimiento personal, de interiorización a esas profundidades donde no suelo aventurarme asiduamente.

Pensar si estos días debo conjugar antes obligación o devoción, en mi caso, no resulta difícil. Pocas dudas me acuden porque en ambas, me encuentro a gusto.
¿Qué pedir en días así?. Simplemente, respeto, cordura, paciencia, comprensión y si es posible un poco de complicidad y cordialidad entre todos.

Con ese ánimo, con esas intenciones, desde aquí mi deseo de que tod@s pasemos los días de Semana Santa que realmente buscamos y merecemos.

Abrazos mil.



4 comentarios:

  1. Pues eso...Chapeau, amigo mio...un abrazo bien fuerte

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  2. Otro para ti querido amigo. Gracias.

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  3. Feliz Pascua Luismi. Estos días tampoco he salido y es cierto que invitan a la meditación a pesar de que la Semana Santa ya no se vive como antes.
    El respeto por la devoción es primordial seas o no creyente. Impresiona ver a los penitentes y es envidiable la fuerza de su fe.
    Un abrazo para ti.

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  4. Feliz Pascua amiga. Efectivamente, el respeto debe imperar en todo. Se podrá estar más o menos de acuerdo, pero el respeto a unas creencias y una tradición que creo que no ofende absolutamente a nadie además de su belleza con verdaderas obras de arte por las calles, creo que es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos más que en ningún otro país del mundo.

    Un fuerte abrazo.

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