miércoles, 18 de noviembre de 2015

Batalla desigual



No te pude ayudar; atado de pies, sujeto por manos, quise defenderte, pero no pude; mis piernas no respondían, el frío me atería y mis miedos pudieron más que tus súplicas.

A ti, al que debo tu amistad, estar siempre a mi lado y que tantas y tantas veces me has sacado de las situaciones más apretadas, hoy no te pude ayudar ni socorrer entre tanto extraño.

Me dejé llevar por los acontecimientos; tú y yo sabíamos de antemano que la lucha era desigual. El enemigo era muy poderoso; sus armas, insuperables.

Hoy te escribo a ti querido amigo; agradeciéndote que aún en los peores momentos, cuando nos han llovido flechas por todos lados, aún sin poderte ayudar, sigas muy cerquita de mí.

Que esta mala racha nos sirva a los dos para hacernos más fuertes. Para gritar al mundo que a quien esto escribe y a su inseparable amigó, podrán tocarles los huevos, pero nunca la dignidad y el orgullo de haber sido y ser como son aunque tropezaran con la misma piedra mil veces más.

A ti, mi querido amigo, mi querido miembro, con todo mi respeto, cariño y oculta admiración, hoy rindo pleitesía.



P.D. Desvaríos mentales de quien recientemente fue intervenido mediante ureteroscopia para extraerle lo que era más un meteorito que una piedra de riñón.

Aprovecho también para agradecer a todo el personal del Hospital de Getafe que con sus manos y sus cuidados hicieron de esta batalla algo que contar y que a ninguno de los dos nos dejó cicatriz. Desde la patata, gracias.

2 comentarios:

  1. La ureteroscopia es más invasiva que la litotricia, Luismi, pero a veces no hay más remedio que hacerlo, tuvo que ser un cálculo grande.
    Ya pasó y seguro que los cólicos no volverán. Recupérate y me alegra saber que todo ha salido bien.
    ¡Cómo ha avanzado la cirugía! ni te imaginas lo mal que se pasaba hace unos años.

    Abrazos y cuídate.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias amiga. Si creo que lo peor ha pasado, incluidas un par de bacterias que decidieron venirse conmigo a casa porque no les gustaba el hospital. La verdad es que sí que era grande si (1,5 cm). Pero la intervención en sí no fue tan mala como pensaba ni mucho menos. El día que pueda tomarme nuevamente una cerveza, podré decir "Luismi ha vuelto". Un abrazo muy fuerte y muchas gracias.

    ResponderEliminar

Se agradece siempre tu compañía y opinión. Este blog sería un algo en la nada sin comentarios.
Gracias

La hora de los buenos

  No hay mayor silencio que el silencio del olvido. Y no quisiera ser yo quien pasara de puntillas sin opinar por la historia más reciente d...