lunes, 29 de febrero de 2016

Cena con un idiota



Conozco el caso de chico conoce a chica; chica conoce a chico; chico y chica se hablan, se gustan, se quieren, se casan y mantienen casa, hijas, mesa y mantel desde hace ya más de veintitrés años.

Ese chico cumple años tal que hace tres días. De regalo, su chica se lo lleva a la gran ciudad a pasear por calles atestadas de gente.

Al llegar a la altura de un restaurante con nombre italiano, la chica insinúa tomar algo; el chico asiente algo extrañado por lo inusual del sitio para tomar simplemente “algo”.

Sospechas que fueron fundadas cuando una mesa tenía nombre que por “casualidad” estaba reservada a una chica que se llamaba exactamente igual a la de la historia.

Ambos toman asiento, cervezas y vinos acompañados de enormes platos pero con una lentitud de servicio exasperante, un calor más propio de avernos que de cielos y una cerveza que estando fresca, nunca fue fría.

Todo ello hizo mella en el ánimo, gaznate, estómago y hasta la cartera del protagonista masculino.

Ese hombre, nunca aprendió un disimulo; nunca supo ser infiel a un sentimiento y tampoco es ducho en el difícil arte de razonar sin razón.

Pero todo eso y mucho más, nunca debió ser excusa para no sonreír, para no acariciar, besar, o simplemente amenizar como de costumbre los encuentros que esos dos seres suelen tener.

Faltaron risas habituales, charlas profundas, recuerdos sacados a la luz aunque no fuera de velas y faltó mucha magia en el ambiente.

En definitiva, un desastre de cena sólo aliviado por dos carajillos, una rosa comprada a unos ojos achinados y una cucharilla extraviada que sirvieron para retomar lo que siempre fue y es entre los dos, todo ello claro está, a unos cuantos metros de ese local de infame recuerdo.

Hoy, humildemente, el chico de esa cena me encarga que pida excusas y perdones por lo que debió ser y no fue, con la promesa encubierta de futuros encuentros furtivos que restañen su comportamiento.

Con mucho amor y arrepentimiento…


Un idiota  


6 comentarios:

  1. Esto sólo se arregla con otra cena sorpresa. Por supuesto hay que quedarse con la magia del intento y de la buena compañía.
    Abrazo para esa pareja, incluido el adorable idiota.

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  2. Muy bueno Luis .como sienpre ,nos tienes acostunbrados

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  3. Puede que otra cena sea la solución o un chocolate con churros en San Ginés. Se intentará jejeje. Gracias amigo. Besos y abrazos para los tres.

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  4. Gracias Cova. Qué te voy a decir que no sepas ya. Besos.

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  5. Vamos... como el título de la película... ja,ja, perdona pero me ha hecho gracia lo del "idiota"-
    La intención y no me digas que no, fue muy buena, un detalle que no salió como esperábais y que suele ser frecuente en muchos locales. Tal vez ese chocolate pendiente palie lo que pudo ser y no fue.
    Me encanta Neil Diamond
    Ah! y felicidades.

    Saludos.

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  6. jejeje. Idiota, pero idiota, idiota. La intención, buenísima; el resultado, no tanto. Pero ese chocolate, sigue pendiente y espero que sea antes de que lleguen los calores primaverales.

    Gracias por tu felicitación.

    Abrazos.

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