Se cumple un año de
ausencia, de prematura ausencia, de inesperada ausencia de un tipo de cara
bonachona y cuerpo rechoncho seguramente por contener un corazón enorme.
Padre de familia, excelente
persona y gran amigo del Amigo.Me honro siempre de haberlo sido también suyo. No por tiempo, porque no fue mucho, pero sí en miradas; sí en brindis de palabras, conversaciones, enseñanzas, brisas de bar en la calle y cerveza con sabor amable.
Debería por ello quizás
echar de menos a un tipo así y vestir de tristeza su recuerdo, pero no lo voy a
hacer.
No lo haré porque allá
donde sin duda está, no imagino en él otra cosa que un esbozo de sonrisa
permanente.
No lo haré tampoco,
porque este hombre hace ya tiempo que pasó a formar parte para mí de ese
reducido grupo de personas que guardo en la memoria de tiempos futuros en un
rincón escondido en lo mejor y más profundo de mí.
Un rincón lleno de
padre, madre, hermano, familiares, amigos y una niña que pasaron por este mundo
construyendo carreteras de vida eterna con asfalto de bondad y que por ello sin
estar cerca, siempre permanecen y espero volver a ver cuándo me asignen ese
billete de ida sin retorno que todos algún día llevaremos en nuestra cartera.
No brindaré con él como
antaño, pero sí que lo haré en cada atardecer con soles color cerveza, nubes
blancas por espuma y un ramillete de oraciones por aperitivo.
*En memoria de D. Pedro
Rivera al cumplirse un año de su fallecimiento. Con todo mi cariño a los suyos
y a todos aquellos que de una u otra forma tuvieron como yo la gran suerte de su
amistad.
Tu brindis es precioso, Luismi, seguro que tu amigo estará feliz en ese lugar donde ríen hasta las lágrimas.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Me encanta esa expresión tan acertada donde ríen hasta las lágrimas. Seguro que está allí, con algunas personas que como él pasaron por aquí haciendo el bien.
ResponderEliminarMuchas gracias
Un gran homenaje a esa persona que tan honda huella dejó en tu vida.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Matías. Un abrazo
ResponderEliminarme encanta la brutalidad bella de tus hermosas palabras
ResponderEliminar