Alguien
llamó a mi puerta, abrí y al verlo supe que venía para quedarse.
De
lejanas tierras se presentó inesperadamente sabiendo que al otro lado de esa
puerta lo recibirían con los brazos tan abiertos como él.
Primero
se abrió paso la perplejidad, luego vinieron el asombro, la esperanza, la
admiración y el sentimiento de que quien vino era algo más que un simple amigo.
Porque
esa amistad se forjó con voluntad de hierro; se forjó en las manos artesanas de
quien deja volar imaginación, arte y una chispa de fe.
P.D.
Con mi mayor agradecimiento a Marcos Pérez Díaz, amigo y artista, por hacer de
mi casa una familia con Uno más.
Un miembro más en una familia siempre es bien recibido, pero éste es especial y me alegra saber que lo has recibido con los brazos abiertos. De muchos sitios lo han echado, en otros no entrará jamás. Él sabe bien a qué puerta llamar.
ResponderEliminarMi padre pintó la cruz más hermosa que te puedas imaginar.
Un abrazo.
Querido Luismi, la llegada de un miembro nuevo a una familia es algo a celebrar siempre, sea quien sea.
ResponderEliminarSi además,quien te lo manda es alguien con un Don, es de agradecer que lo comparta contigo.
Y si encima, el que viene es Él, que lo dio todo, que vivió sin nada y nos enseñó su Amor.
Disfruta de su compañía.
Mi querida Remedios, a Éste amigo lo han echado de muchos sitios y lo que es peor, lo siguen echando de la conciencia humana. Mucha gente sólo se acuerda de Él cuando los días,los años y la vida van llegando a su fin. Pero en esta casa, en esta familia y en mi alma, siempre, siempre será bien recibido.
ResponderEliminarMe encantaría poder ver esa cruz que pintó tu padre.
Un fuerte abrazo
Claro que sí querida Yolanda. Tengo la gran suerte de que tanto los amigos y la gente con un don especial parece que me los fuera poniendo en el camino de mi existencia Ése mismo que ahora llamó a mi puerta para quedarse. Muchas veces lo ha hecho de la forma más imprevisible y día a día me sigue sorprendiendo.
ResponderEliminarMuchas gracias también por tu compañía
Besos