sábado, 9 de diciembre de 2017

El tapicero



Llegan hasta mi ventana sonidos que más bien recuerdan otros tiempos. Un megáfono, una furgoneta y una grabación que se repite una y otra vez.

“Ha llegado el tapicero que dejará sus sillones y sofás como nuevos”

¡Cuántas veces el ser humano necesita también en ocasiones revestirse de novedad para remendar la rotura, el desgaste, lo malsano que el paso de los días y años hacen mella en cada uno de nosotros!

Quizás no sea el mejor día ni hora para meditar lo que escribo o escribir lo que medito, pero una conciencia que te dicta letras, no puede ser contenida en miradas hacia otro lado.

Nunca me gustaron las incomprensiones, nunca me gustaron las moscas tras orejas y mucho menos me gustan las sensaciones de que el castillo de naipes que muchas veces vamos construyendo se puede venir abajo por vientos cambiantes.

Mentes vacilantes, tornados de propósitos y futuros sólo de vista al frente sin volver la mirada, puede que alcancen finales de caballo ganador, pero también esos caballos llegarán a alcanzar el olvido del que un día deje de ganar carreras.

El éxito de un hombre pienso que es el de aquel que llega al estado en el que valora menos lo que puede ganar y más lo que puede perder.

El éxito embriaga de orgullo, la humildad, de paz.

Que acelere quien piense que no deja nada atrás; que lo haga aquel que no quiera, no pueda, o no perciba que en el espejo retrovisor aparece una imagen y un corazón con sentimientos que llegara a derramar gotitas de incomprensión.

La gloria la deseo a todos, la paz, también. Pero para hallarla y transmitirla deberíamos tomar apuntes para llevarlas a la práctica y darse cuenta uno mismo de que quizás se esté dando la espalda al sol.




6 comentarios:

  1. Querido Luismi.
    Sorprendida por el sonido de mi móvil que me indica que algo interesante pasa, hago el esfuerzo y voy a él y te encuentro a ti.
    Cuantas mañanas de juventud me despertaba ese soniquete del trapicero!
    Interesante tu reflexión....
    Creo que en lo pequeño, en lo sencillo es donde está la grandeza de un hombre. En querer jugar,en llorar,en amar
    En compartir lo poco o mucho que uno tiene.Menospreciar a quien no es " caballo ganador" dice todo de una persona. Ser grande no es ser el primero, eso creo yo, Ser grande es estar pendiente de la familia de los amigos, del trabajo sin quitar la vista de quien se queda atrás para ayudar.
    " cambiar la tapiceria"no esta mal, siempre y cuando sea para llevar una vida mejor y no olvidar que es eso.. un paso nuevo.
    r

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  2. Amén amiga. Nada que añadir; así es o debería ser.

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  3. Una buena reflexión. No viene mal hacer exámen de conciencia y bajarse algunos peldaños. Los ambiciosos consiguen lo que quieren a base de aplastar al prójimo, de aprovecharse de sus buenas cualidades, eso ni es éxito ni es nada. Es la humildad la que da al hombre el triunfo y qué pocas veces se tiene en cuenta. Renovarse, sí, pero anteponiendo el corazón y la sencillez.
    Ah! Cuando oiga al tapicero me acordaré de ti. Sabes si podría tapizar el alma????
    Buen día amigo.

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  4. Una reflexión interesante.
    Un saludo.

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  5. El que viene por aquí dudo mucho que tapice el alma. Más bien por su aspecto diría que necesita que le dieran la vuelta cómo a un guante je je je.

    Gracias amiga. Un abrazo

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Se agradece siempre tu compañía y opinión. Este blog sería un algo en la nada sin comentarios.
Gracias

Y vueltas y vueltas…

            Te movías al son de océanos de agua cristalina; yo te observaba con la mirada de quien bajo un asombro temporal, atisbaba un fin...