Cuando
miramos al cielo repetidas veces, multitud de preguntas, respuestas o
conjeturas caben hacerse.
¿Lloverá?
¡Hermoso día! ¡Gracias! ¿Por qué? ¿Qué hice yo para merecer
esto? ¡Va por ti! …
Y
así podríamos continuar una y otra vez en cada ocasión en la que
levantáramos la cabeza.
No
sé si en los días ya transcurridos de este dos mil dieciocho he
alzado o escondido más la cara a la hora de plantearme o
replantearme los sucesos, vivencias, o hechos simples del devenir
diario de estos últimos casi cuatro meses.
Si
tuviera que comparar lo vivido, las expectativas, lo positivo, lo
negativo y lo insustancial con una previsión de cosecha vinícola
para este año, diría que no son previsibles buenos caldos.
Ese
tufillo, esa sensación de negatividad en lo mío, en lo más cercano
y en aquello que está un poco más allá, están haciendo de este
año un año con perspectivas de brindis escasos en diciembres de
burbujeantes bebidas.
Hechos
acaecidos, hechos inesperados, luchas internas, familia en alertas
médicas, montañas rusas de emociones, ánimos a ras de tobillo,
euforias faltas de euforia, humor escondido, anciano de cuatro patas
escribiendo su epitafio, crónicas de enfermedades crónicas,
economías con pilares de alambre, sueños sin cumplir, amigo de
ilusiones rotas…
No
es un buen año, no; ni agarrarme a su número par me vale.
Pero
hasta aquí, visto mis letras de gris, porque nadie me podrá hacer
ver que lo positivo no puntúa doble en esta vida y en otras mil que
pudiéramos tener para teñir de verde el futuro que todos buscamos.
Positivas
son las lágrimas que siendo tristes se perdieron al desembocar en un
mar de fortaleza, de razonamiento, de esperanza, de paz.
Positiva
siempre será la vida que se abre paso en prematura lucha.
Positiva
será al final la marcha de quien no quiso o no supo anteponer el
verbo dar al de recibir dejando huérfano de diaria presencia paterna
a un pequeño niño.
Positivo
será siempre el retrovisor de la vida de un simple animal que sin
marchar aún, cumplió con creces la misión de ser mi mejor amigo.
Positivas
serán las discusiones, las enfermedades, los desencuentros y los
malentendidos, si como deseo conducen a un mínimo de cordura y
futuro mejor.
Positivas
serán siempre las cuatro perras que me puedan seguir permitiendo
brindar con cerveza.
Positivo
será siempre entrelazar unos dedos hablando de un Padre nuestro.
Positivo
serán siempre unos ojos asombrados buscando una lección de un
maestro que no es.
Y
alguna cosa más positiva que seguramente me reserve el futuro y que
multiplicada por dos, haga de ésta, una comparativa sin color entre
lo bueno y lo malo.
Muchas
fueron las nubes; muchos fueron los chubascos, malos vientos y
temporales.
Pero
la primavera, la real, en mi persona y en los míos, llegará más
tarde o más temprano para hacer de este año otro más al que
despedir sin ira.
Querido Luismi.
ResponderEliminarComo siempre pintando la realidad de bellas palabras. Que verdad en todos esos pensamientos!!! Esta lucha diaria por ver lo positivo que tanto esfuerzo me está costando y que cuando leo un comentario tuyo lo veo tan claro...no pretendo mirarte con esos ojos de admiración que ves sobre ti de alguien que seguro de admira, No por lo que sabes, por lo que dejas ver con tu mirada sin mas.
Esa simpleza de la verdad y la sinceridad que emana de ti es lo que hace mirarte así.
Yo, sigo con mi tormenta interior , Esta lucha entre mi cabeza y mi corazón me agota y me tiene impedida para salir de este frío de mi alma.
Tengo ganas de sol, de risas, de olvidar, de que me olviden,de verdad , la que sea pero la verdad de frente y sincera.
Ganas de que no se confunda una fe y una aptitud con tomarte el pelo.
Necesito que el Señor me ponga en el camino de la paz que tanto me cuesta encontrar.
Quiero que llegue esa ansiada primavera y que su brisa se lleve el frío y las flores nos llenen la vida de color y olor.
Gracias por abrirme un ventana a tu primavera.
Ese frío de tu alma sólo se cura con el calor del Amigo. No existe otro medio mejor para poner cabeza y corazón dándose la espalda para no pelearse hasta que ambos decidan por fin perdonarse y fundirse en un abrazo.
ResponderEliminarRazonando, deberías comprender o abrir tus ojos para darte cuenta que negando la Evidencia, te niegas a ti misma para ser feliz y al mismo tiempo escondes (que no pierdes) la ayuda interior que tanto necesitas.
Muchas veces te lo dije; pocas o ninguna me hiciste caso. Y te lo digo desde la experiencia y la amistad que nos une.
Debe sobrarte el resto. No intentes arreglar el mundo y dedícate a lo más importante que aunque no lo creas, sigues siendo tú misma.
Si alguien intentara tomarte el pelo, el problema nunca debería ser tuyo sino de esa persona. Pobre diablo quien eso intente.
Nunca se olvida atormentándote de recuerdos negativos. Como he dicho, multiplica por dos lo bueno y aparca lo malo. La primavera, tu primavera, está ahí, envuelta esperando a que la dejes escapar.
Comparto contigo mi primavera y si hace falta, ya sabes que unas cervezas siempre están puestas a refrescar.
Gracias por tus sinceras letras. Esas que tan escondidas sigues teniendo.
Besos
Interesantes reflexiones. La verdad es que llevamos un año con pocas expectativas de positividad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esperemos que cambien las cosas.
ResponderEliminarGracias Matías. Un saludo