miércoles, 2 de mayo de 2018

Un hombre sin sombra



Un hombre vaga por las calles arrastrando una tristeza. Los recuerdos le atormentan, la soledad le envuelve. Un hombre que perdió su sombra. Una sombra llena de amor; una sombra que dio sentido a lo mejor de un mundo perdido en sus propias inmundicias.

Ese hombre hoy se sienta frente a un frío teclado de ordenador concatenando dolor en el alma, un atisbo de esperanza y un silencio de silla y pensamientos.

Era un simple perro el que ocupa su mente, pero era además una hermosa criatura con una historia llena de amistad; de la amistad verdadera. De aquella que pidiendo poco, lo da todo. Aquella que sólo pide a cambio un cariño y un trocito de pan.

Muy lejos queda ya aquel día en el que fue rescatado de la iniquidad del ser humano que tuvo el “arrojo” de abandonarlo a su suerte.

Lo rescatamos y le dimos un hogar. Le abrimos las puertas de una casa y él nos abrió esa otra puerta del ser agradecido; de aquel que merecía ser feliz y acabó siéndolo.

Decir amistad, es decir RON; así, con letras mayúsculas. Una amistad que duró dieciséis años y continuará una eternidad.

No pedía mucho y nos dio más allá de un todo.

Un animal que quiso y supo enseñarme a ser niño siendo hombre.

Compañero de juegos, de escondites de desbordantes encuentros, me enseñó a compartir palomitas, siestas y pelis. Fue compañía en los momentos de enfermedad, pena y desconsuelo.

Guardián de mis sueños y de los míos, nos mostró lo mejor de él. La lealtad, la bondad, la espera sin límites. Nos enseñó a llenar los vacíos de la soledad; a no desfallecer, a no sentirnos nunca tristes en el silencio de la incomprensión.

Nos dio calor en los pies mientras la cabeza memorizaba exámenes por cumplir.

Desayunos compartidos, paseos bajo soles, vientos y nieves, esperas tras una puerta, diversión en baños felices...

Siempre quiso y quisimos que fuera uno más en esa familia que para mí será siempre la más hermosa por mucho que las adversidades de la vida nos golpeen con insistencia.

Todo eso y más fue ese simple AMIGO  que no necesitó hablar para hacerse comprender, respetar y querer.

Los recuerdos se agolpan en mil y una historias que contaría pero que reservaré en lo mejor de mí.

Hoy ese hombre convive con una tristeza incomprensible para muchos que no hayan tenido la suerte de asomarse a los ojos de un ser que me abrió su corazón para fundirse con el mío.

El tiempo seguramente curará lo sufrido adornado con la esperanza puesta de quien piensa que si existe un Cielo y logra alcanzarlo, será recibido por una hermosa sombra que nunca quiso perder.







*Dedicado con todo mi agradecimiento y amor a mi perro Ron, a mi amigo, a mi sombra.

*Dedicado también a esos otros seres que aguardan un rescate del ser humano que debería entender que existe en ellos mucho amor desaprovechado en un mundo tan difícil como el de hoy.

*A mi mujer y mis hijas por compartir y saber hacer de esta familia una hermosa historia de cuatro que fueron cinco.

*Y también a las personas que en estos días tristes han querido demostrar su cariño, comprensión y apoyo en los momentos duros. A todos, de corazón, gracias.




8 comentarios:

  1. Es mucho el dolor que queda cuando nuestro mas fiel animal de compañía, se nos va después de muchos años, como bien describes termina siendo uno mas de la familia.
    Un abrazo.

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  2. Así es Matías. Es mucho el dolor pero echando la vista atrás, se ve grandemente recompensado por los momentos vividos con él.

    Muchas gracias por tu comentario.

    Un abrazo

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  3. Querido Luismi:
    No se que me gusta más....La foto de espaldas con Ron o lo que describes de tu vida con Ron.
    Yo que siempre he tenido animales en casa te entiendo perfectamente.
    Les llamamos animales y cuando convives con ellos no te das cuenta de como pero pasan a ser uno más de la familia. Recuerdo años de llevarle la comida todas las tardes al perro que teníamos en el taller de mi padre. La alegría al verme llegar y los juegos entre hierros y virutas.
    Y no se me ocurría protestar porque era el perro ya podía llover o tronar .
    Y cuando alguno había que llevarlo al veterinario porque mi padre que era cazador se lo había llevado de caza y algún desalmado había puesto veneno y el perro se lo había comido y se estaba muriendo.
    La cara de todos en ese adiós y la pena de mi padre al volver si el.
    Pero la solución venía pronto!!!
    Otro perro. Al cual mejor.
    Pirri,Vicente,Rintintin,Chispa,Tronco,linda,Barón,chuski.
    Y gatos y tortugas y conejos y perdices y canarios y jilgueros y loros todos y cada uno de ellos tiene un huequito en mi corazón.
    Ahora tengo un Sansón que me trajo un grandullon que juega a ser responsable.
    Con esto te quiero decir que la mejor manera de querer es dar , Y tú tienes mucho que dar. Piensatelo hay hueco para todos.
    Un besazo

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  4. Querida amiga: después de dieciséis hermosos años con él, necesito un descanso de mente y dejar de pensar que cuando marcho dejo atrás una obligación y un ser que necesita de mis cuidados. Necesito y necesitamos en casa poder cerrar la puerta al salir y no pensar en la hora que debemos volver porque un amigo necesita salir para hacer lo que todos los seres vivos hacemos por naturaleza.

    Es hora de hacer puesta en común en la familia y dedicarnos en exclusiva a nosotros; no son tiempos fáciles y es ahora cuando más se necesita el apoyo mutuo.

    Quizás algún día lejano vuelva a sentir la necesidad de volver a jugar al escondite dentro de cuatro paredes, pero no ahora. Si yo pudiera, no sería uno el que rescataría sino todo un ejército de agradecidos amigos esperando ser liberados del abandono humano.

    No sé si me queda mucho por dar, pero es hora de comenzar a darme a mí mismo y a los más cercanos; a los de casa y a todos aquellos que de alguna u otra forma hacen de mi vida algo por lo que luchar y dar gracias.

    Agradezco enormemente tu apoyo en esos momentos en los que más que nunca sentimos el consuelo de una amiga.

    Muchas gracias por ser y estar

    Un beso enorme

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  5. Ya lo creo que te entiendo, querido Luismi, nosotros perdimos al nuestro y en dos meses no paré de llorar. Nunca se olvida aunque venga otro, son insustituibles y cada cual nos va dejando su estela de preciosos momentos. Amo a los animales, desde que de niña mi padre me subía a su caballo antes de hacer el recorrido de hípica, al que era aficionado. Ahora sólo tengo una ninfa cantarina que silba canciones, hay un problema de alergia.
    El tiempo... deja pasar el tiempo.
    Un abrazo y lo siento mucho amigo.

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  6. Querida amiga: pienso como tú. Son insustituibles; nunca pensamos que pudiéramos tener uno así. Y en este caso, yo lo veo insuperable. No puedo pedirle más; hasta el último momento ha conservado su bondad y fidelidad hacia nosotros.

    Me quedaba un cargo de conciencia por haber tenido que llevarlo a buscar su último momento entre nosotros, pero el tiempo me ha hecho ver que fue lo mejor para él por sus circunstancias y lo que antes era una gran tristeza, ahora es una fuerte conformidad sabiendo que todo lo que estuvo en nuestras manos para hacer de su vida lo bueno que mereció, se lo dimos.

    A este amigo no lo olvidaré mientras viva y quiera Dios que esta hermosa historia no acabe aquí.

    Muchas gracias por tu apoyo y comprensión y te envío un fortísimo abrazo.

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  7. Hola Luismi, soy Patricia:

    Hace mucho, pero mucho tiempo que no entro por aquí; no hay ningún motivo, salvo el que no leería nada de nada y me daría al "descanso". Hoy entro y leo algunas cosas. Comentaría en todas, pero no es plan.

    Siento mucho que Ron ya no esté con vosotros (léase en tono triste). Hace un año pasé por lo mismo con Simba y aún hoy, parecía que maullaba por el calor. Te entiendo perfectamente, solo los que no han tenido un animal, aunque sea un canario (cuando murió mi padre, cuenta mi madre que Piolín piaba cuando se iba y la esperaba piando a su regreso). Simba también era mi sombra, sobre todo en la enfermedad. Voy a decir una barbaridad: ¡cuántas lágrimas no me ha quitado ese minino! Siempre que me encontraba mal, venía a darme un lametazo o mordisquito para que dejara de llorar; o cuando tenía dolores en la noche, que venía corriendo a mi habitación para acompañarme o correr al wc; o cuando me encontraba muy mal e iba a llamar a mi madre para que se enterara de lo que yo no decía en la noche. Cuántas cosas que jamás olvidaré.

    Cuando se fue pensé que no dejaría de llorar en mi vida, pero sí, se deja de llorar, aunque el echarle de menos... aún no he podido superarlo. Aún como algo y pienso: Si estuviera él aquí ya estaría pidiéndome un pedacito.

    Y bueno, que Ron era creación del Padre, y en muchos momentos, mejor que sus propios hijos, te dio el amor que reflejaba de su Creador.

    Nuevamente... lo siento mucho.

    Un abrazo para los cuatro que le echáis de menos.

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  8. Muchas gracias Patricia. Realmente, aunque no esté físicamente, lo seguimos teniendo cerca porque hay cosas que como bien dices, nunca se olvidan y el cariño, la amistad y la lealtad de uno de estos animales, no pueden dejarse en el olvido. No dices ninguna barbaridad y efectivamente, nadie que no haya tenido un amigo así, podrá entenderlo.
    Doy gracias siempre por haberme permitido disfrutar de su compañía y aunque el dolor es grande, es mayor el buen recuerdo y la esperanza de que algún día vuelva a tenerlo cerca para no separarnos jamás. Convencido estoy de ello.

    Un abrazo muy fuerte Patricia

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Se agradece siempre tu compañía y opinión. Este blog sería un algo en la nada sin comentarios.
Gracias

Y vueltas y vueltas…

            Te movías al son de océanos de agua cristalina; yo te observaba con la mirada de quien bajo un asombro temporal, atisbaba un fin...