lunes, 25 de octubre de 2010

Arropado

Como padre, uno de los momentos más gratificantes de mi vida cotidiana, es aquel en el que acabada la jornada y antes del descanso nocturno, me encamino a la habitación de mis hijas para velar unos segundos su sueño, volver a darles un beso de buenas noches y arroparlas con cariño. Lo llevo haciendo desde que nacieron y espero seguir haciéndolo hasta que vuelen del nido.

Rara, muy rara es la noche en la que me acuesto antes que ellas.

Ayer fue una de esas noches y tuve una experiencia maravillosa que espero se repita.

No pasarían ni diez minutos en la cama, cuando percibí por el rabillo del oído, que no del ojo, cómo alguien entraba a hurtadillas en la habitación.

Unos pasos cortos, sin apenas hacer ruido y un beso en la mejilla que mi hija pequeña me regaló deseándome felices sueños. Y sus manos cubriendo mi hombro descubierto y remetiendo las sábanas y la colcha para salvaguardarme de fríos nocturnos.

¡Qué sensación más maravillosa! ¡Qué recuerdos de niñez! ¡Qué bendita infancia! ¡Qué dulzura en ese gesto!

Anoche me sentí arropado como nunca.


18 comentarios:

  1. Te sentiste arrebujado por esa manita pequeña que guardó tu sueño...Nuestros hijos Luismi, son la mayor y mejor justificación de nuestra existencia en ésta vida...Disfrútalos, que crecen más rápido de lo que pensamos.
    Un abrazo para ti.

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  2. Quien da también recibe, se te ve feliz por tu comentario, un abrazo

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  3. Y que lo digas Taty. No concibo una vida sin mis hijas. Creo que es lo más grande que un ser humano puede tener. Y ciertamente, crecen tan rápido, que cuando me quise dar cuenta, ya no tenía niñas sino dos mujeres. El tiempo no da tregua.

    Un abrazo amiga.

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  4. Pues sí Paco. Ciertamente, fueron unos segundos de felicidad inmensa. Detalles como estos, hacen la vida hermosa.

    Un fuerte abrazo.

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  5. Gracias Luismi por compartir esa sensibilidad, que me rescata esas épocas con mis hijos, la mia pequeña tiene 14 añitos y ya es una mujer, aunque parece que fue antes de ayer cuando era una niñita.

    Te agradezco que compartas esto con nosotros.

    me siento yo tambien arropada.

    Un beso muy fuerte de eso arropados

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  6. Los momentos felices, me gusta compartirlos con los amigos. La niña que me arropó tiene 13 años y sigue siendo mi niña pequeña que me sigue comiendo a besos. Espero que aunque tenga tres veces trece, lo siga haciendo. Me alegro que tú también te sientas arropada.

    Un beso fuerte y felices sueños amiga.

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  7. Bueno yo personalmente estoy al otro lado,cuando voy al pueblo con mi mami me voy a la cama corriendo para que venga a darme un beso antes de acostarse,y si mi hermano esta en la cama le voy a dar un beso y le arropo...jeje,costumbres,tambien tengo la mania que antes de acostarme llamo todos los dias a mi mami para darle las buenas noches y cuando llego al trabajo le doy un toque...ah y los findes cuando me lebanto la llamo para darla los buenos dias,y si algun dia no la llamo por algo me llama ella...y bueno como ya conte en el blog que mi hermano me suele llamar todos los dias!!somos un poco coñazos pero es la costumbre,mi padre es mas ranciete y no da ni por error un beso,jajaja,a eso tambien me he acostumbrado!Yo no se como sera el dia que tenga hijos pero me imagino que tambien les dare su beso de buenas noches...besos!!

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  8. No pierdas esas costumbres Yolanda que siempre lo que das es lo que sueles recibir. Me parece fenomenal que estéis con ese contacto tan estrecho.

    Besotes amiga.

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  9. Que hermosa sensación amigo Luismi, sin duda un pequeño gesto así te hace feliz como lo transmites en tu escrito. Me alegro mucho, espero impaciente ese día en que nos veamos todos.
    un fuerte abrazo

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  10. Yo también me alegraré de un encuentro así. Todo llegará.

    Un fuerte abrazo amigo.

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  11. Que bonita entrada que has escrito Luismi, debe ser precioso el poder sentirse arropado por tus hijos y que velen por tus sueños.Espero que algún día yo también pueda decirlo y vivirlo con los mios , mientras tanto me llevo la ternura y sensibilidad de tu texto.

    Buen comienzo de semana amigo, besos.

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  12. Mi querida Vicky. Estoy seguro que algún día vivirás ésta y muchas más experiencias con tus hijos. Y ternura no te faltará recibir, porque si hay alguien que la transmite, eres tú y ya sabes que de lo que se da, se recibe. Que tengas una buena semana tú también.

    Un beso.

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  13. !Cuanta ternura Luismi! A veces también los papás necesitamos que nos arropen, sentirnos protegidos, ser conscientes de que alguien vela por nosotros por puro amor... esas cosas que por ley de vida dejamos de recibir cuando crecemos para desgracia nuestra.
    Solo faltó la nana al oído ¿eh?.
    Cuídate mucho campeón.

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  14. Con una nana, seguramente me hubiera reído, pero no habría estado mal tampoco. Procuraré cuidarme, que los resfriados empiezan a acechar con estos cambios de temperatura.

    Un beso amiga.

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  15. Un gesto tremendamente hermoso que no me extraña que te hiciera un hombre más feliz. Cuando somos niños y nuestros padres nos arropan cada noche, no nos hacemos a la idea de lo mucho que echaremos de menos ese gesto cuando deje de convertirse en rutina.
    Y es que de un padre tan detallista, los hijos no podían ser menos! :)

    Un besazo!

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  16. Gracias Mónica. ¿ Sabes qué ? Que esto ahora se ha convertido como un juego y el último que se acuesta, arropa al otro. Me gusta.

    Un besazo y buen fin de semana

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  17. Querido amigo, que sensación de ternura más hermosa la que nos comentas. Te entiendo perfectamente porque yo - supongo que como la mayoria - tambien lo hice y lo sigo haciendo a pesar de que ya "voló del nido".
    Mira si te comprendo, que me he pasado la vida organizando idas y venidas, fiestas, entrenos y mil cosas mas y hace una semana, mi hijo me organizó la primera fiesta sorpresa de cumpleaños... cuando pasa un detalle como este, te das cuenta de como son ya de mayores, pero a pesar del tiempo transcurrido, sigo haciendo lo mismo que tu cuando se queda en casa, creo que con ello perciben perfectamente el cariño y esta es una muestra más de su educación. Felicidades por esas hermosas hijas que tienes.

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  18. Mi querida Maria Rosa. Muchas gracias por tus palabras. Como se nota el amor que los padres tenemos hacia nuestros hijos. Es algo que no debería perderse nunca y unos de los grandes motivos, si es que no es el principal, del sentido de nuestra existencia.

    Un fuerte abrazo

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