De regreso a
casa, con mis auriculares que me aislan con su música del mundanal ruido, soy
uno más de esos cientos de viajeros que en un tren se alejan del trabajo en la
gran ciudad.
Poco que
contar y escasas las emociones que en un medio así nos suceden a lo largo de
los años. Caras la mayoría de cansancio, algunas de preocupación y en su mayor
parte impregnadas de un ambiente rutinario.
Por eso hoy,
me fijé especialmente en un detalle que atrajo mi atención.
Una joven
plácidamente sentada, leía un libro con aparente pasión. Trasiego de gente en
la primera parada y un señor de cierta edad, que recorriendo el vagón, no
encuentra un asiento libre. Ella lo ve y rápidamente le ofrece el suyo con una
hermosa sonrisa.
Su libro, su
mochila y su cazadora, no fueron obstáculos para ejercer esa profesión tan
denostada hoy en día llamada civismo.
Pero no
contenta con ello y tras conseguir no sin esfuerzo un nuevo asiento, no tuvo
ningún reparo en volver a cederlo esta vez a otra joven apoyada en una muleta.
Y además, regalándole otra de sus hermosas sonrisas.
Dicen que
los ángeles son seres hermosos de hermosos rostros.
Si es así, soy un tipo muy afortunado, porque yo hoy
he visto uno.
Este post tuyo revela la deshumanización a la que hemos llegado. Y tienes razón, ya poca gente tiene estos detalles tan humanos, todos estamos mas que quemados, casi muertos.
ResponderEliminarUn abrazo y un punto a la esperanza.
Vamos a darle más puntos a esa esperanza. Hay mucha gente buena que quizás aún no lo sabe.
ResponderEliminarBesos
Hermoso relato!
ResponderEliminarOjalá te vuelvas a encontrar al ángel y puedas invitarla un café!
Besos!!!
Pues no es mala idea. Lo malo es que no baja en la misma estación, jejeje.
ResponderEliminarBesos
Sí, tienes razón Luismi, a pesar de esta sociedad tan deshumanizada, que está inmersa en sus problemas, en su quehacer cotidiano y que en el fondo es egoista y ciega, de vez en cuando surge alguien que te deja con la boca abierta, como si no fuese de este mundo. No es fácil encontrar un ángel, pero los hay,lo que ocurre es que ya ni lo damos importancia, suena raro, tú has tenido la suerte de verlo y de valorarlo.
ResponderEliminarUn saludo amigo.