Despierto
pensando que mi cabeza no es la mía, sino la de alguien que ayer inundó su
cuerpo con litros de alcohol. Ese pensamiento ha durado poco y me ha extrañado
más al acordarme que ayer y aunque parezca mentira, un hipotético control de
alcoholemia que me hicieran, mostraría un sorprendente, por la ocasión, 0,0.
Sin embargo,
mi cerebro se mueve, mis sienes palpitan en un dolor lacerante y mi garganta es
un infierno sin voz. Me encuentro verdaderamente hecho un guiñapo, pero con la
alegría de un guiñol.
Ayer viví y
aún hoy sigo viviendo, una de esas jornadas imborrables. Ayer, vestí de blanco,
me vestí de triunfo y de un pedacito de gloria. Reí, grité, lloré, salté,
abracé, me abrazaron, besaron y besé.
Todos los
verbos conjugables que se pudieran aplicar a unos momentos de inmensa alegría.
Necesitaba
algo así; un desahogo, un gritar como nunca al cielo y tierra; desterrar tantos
agobios, tristezas y penas que este año quieren perseguirme aunque nunca
consigan alcanzarme.
Grité, me
abracé y casi lloré con los míos y también con otras ochenta mil almas unidas
por un sentimiento y escudo, juntos en el mítico y más hermoso que nunca
Estadio Santiago Bernabéu.
La gloria se
escribe con letras de oro y ayer se forjaron a golpe de entrega, fe, sacrificio
y lucha sin cuartel.
Esa copa, no
la levantó este o aquel jugador. Esa copa, la levantamos todos aquellos que
velamos sueños, los que apretamos dientes, no desfallecimos en la esperanza, no
cejamos en nuestra fe y que viniendo fríos madrugadores, cansancios extremos y
dolores sin cuartel, permanecimos al pie del cañón en las calles de Madrid o
pegados a un televisor, con el único propósito de ver una nueva "orejona" que ya se
hacía mucho de rogar.
También la levantaron aquellos de los que me acordé mirando al cielo y que hubieran disfrutado tanto o más que yo con un triunfo de nuestro Madrid.
Mereció la
pena la espera y aunque mi voz se quedó en un asiento del estadio, no puedo dejar de
acordarme de un estribillo de canción que anoche no paraba de sonar por las
calles de la capital vestidas más que nunca de un hermoso blanco triunfal.
¿Cómo no te voy a querer?
¿Cómo no te voy a querer?
¡¡¡ SI ERES CAMPEÓN DE EUROPA POR
DÉCIMA VEZ !!!
P.D. Debo acordarme también, porque
es de justicia, de un dignísimo rival que si ha llegado a una gran final como
ésta, ha sido por su trabajo y coraje. Les deseo que alguna vez se rompa su
maldición y consigan sentir lo que los madridistas hemos sentido con el triunfo
en la más importante competición de clubes en Europa. Porque si como dice nuestro Himno, "cuando pierde da la mano", cuando ganamos, también sabemos dar un consuelo.
Hola Luismi, no estoy al tanto de esas cosas, pero veo que te emociona que el Real Madrid sea campeón.
ResponderEliminarY me pregunto...¿Alguno de ellos es tu amigo, viene a decirte algo cuando estás preocupado etc? No, seguro que no, y mientras tanto, te olvidas de los amigos que constantemente están a tu lado desde hace años. Hoy estoy molesta con todos, llevo más de 300 visitas escuchándoos a todos y a penas me llegan un 10% de respuestas. Hoy me siento muy cansada y harta de hacer visitas. Espero que me comprendas.
Como siempre a pesar de mi enfado, te dejo un beso.
Sor.Cecilia
Probablemente la final de champions más intensa jamás vivida.. y un claro ejemplo de no rendirse jamás.
ResponderEliminarHALA MADRIIIIIIID!!!!
La vida me sorprende día a día y con este comentario Sor Cecilia, no sólo me sorprendo sino que me siento profundamente dolido y decepcionado.
ResponderEliminarDesde otra condición como persona, puedo llegar a comprender que pases por momentos blogueros más o menos bajos y que te sientas poco reconocida, admirada o comentada. Aún así, te diría que el fin de un blog, no lo entiendo como aquello cuyo fin sea el tener más o menos comentarios o visitas.
Si no te he comentado o visitado con la asiduidad que piensas que debes tener, es por lo mismo por lo que de un tiempo a esta parte no he visitado a otros amigos o blogueros (conocidos o no) y a los que por motivos estrictamente personales, no comento o visito como debiera (a algunos de ellos, uniéndome una relación más estrecha y siendo sus blogs para mí, más interesantes que muchos).
No obstante, el hecho de no comentar o dejar huella de una visita, no significa necesariamente que no haya pasado por tu blog y haya disfrutado o no con tus poesías, trabajos o reflexiones.
Pero lo que realmente me indigna y decepciona de tu comentario, es que trasluce a mi modo de ver un ego, deseos de reconocimiento y falta de humildad impropios de lo que hasta ahora consideraba como una gran persona que llevaba muy dignamente el título de “Sor”. No creo que estés en condiciones de juzgarme como persona y mucho menos por el trato que doy a mis amigos.
Porque antes que un blog, para mí están las personas que realmente necesitan una ayuda cercana y quieras o no, como bloguera y con tantas desgracias como hay por ahí y algunas muy cercanas a mí, no es tu caso.
Sabes perfectamente, que cuando has necesitado ayuda, para llevar a cabo alguno de tus proyectos, muchos hemos sido los que aún sin poder, lo hemos hecho. Y lo hice sin buscar un agradecimiento o que me visitaras más o menos por este Café. Eres muy libre de pensar lo que quieras y quizás te resulte muy duro este comentario, pero el hecho de hacer hoy un post relatando unas alegrías que para ti pueden ser nimiedades, para otros como yo, forman parte de mi historia familiar en la que me gusta dar cabida al mayor positivismo posible y no consentiré que nadie ensombrezca ninguna de mis celebraciones por motivos como los que me expones en tu comentario.
No deseo crear polémica, pero comprenderás que tengo mis razones para contestarte así.
A pesar de todo, también, recibe un abrazo.
No, Luismi, no se trata de reconocimiento, se trata que intentas pasar por cuantos puedes y muchos sin avisarte han puesto todos sus blogs en privados. Hay uno que tiene 8 blogs privados y no sé porque se ponen de seguidores si te dejan sin poder entrar y compartir lo que hacemos. Sí, hoy vine con enfado y lo siento,no me parece duro tu comentario, te conozco y dices lo que piensas. Así que por mi, no pasa nada, me he desfogado y ya está.
ResponderEliminarSigue celebrando en paz la fiesta de tu equipo y discúlpame.
Un abrazo
Sor.Cecilia
Acepto tus disculpas y todos tenemos un mal día.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa final de Champions, por la cercanía, creo que será recordada mucho tiempo.
ResponderEliminar¡HALA MADRID!
Buenooooooooo cómo me imaginaba yo que eras merengue, te entiendo perfectamente como entiendo la alegría de los míos, aún si ser futbolera. A ti te duele la garganta, mi hija casi coja de los saltos que dio, porque hay que reconocer que fue una final emocionante. Felicidades amigo.
ResponderEliminarTu talante es fantástico.
Felicidades, Luismi....Nos costó trabajo, lo sufrimos pero al final ya tenemos la décima...Ser merengue, en contra de lo que la gente suele decir , no es fácil...ya que siempre somos tachados de esto o de lo otro...Gracias a Dios estas cosas con el tiempo me han ido resbalando...Somos grandes...somos El Real Madrid...donde cabemos todos, los de una ideología u otra, los de un tipo de creencia y de otros...nos une el ser de un equipo caballero...que sabe ganar y sabe perder...Yo he felicitado a cules y atleticos, a sevillistas, beticos, valencianistas CUANDO HAN GANADO TÍTULOS Y HAN JUGADO MEJOR etc...desde el sábado no he recibido ni una sola felicitación de nadie de esos equipos ...se reconocer cuando un equipo juega mejor que el mio y merece el premio....pero esta vez...esta vez somos nosotros los justos vencedores (tal vez sin en brillo que merecía la afición pero eso da igual) somos los mas grandes de Europa (10 veces) y ese gustazo no nos lo quita nadie...Mañana, el año que viene o cuando sea...volverán a ganar títulos el Barsa , el Valencia el Atlético ...y yo estaré ahí felicitando a mis amigos de esos equipos...porque el honor empieza en el corazón y acaba en la mano cuando se estrecha...Dicho esto...HALA MADRID!!!!!!!!
ResponderEliminarFue un día muy grande para los que nos gusta el fútbol y somos además de Madrid. Se añoraba la décima y se consiguió, contra un rival tan histórico como luchador y grande. Me emocionó también ver que no hubo incidentes y sólo se habló de fútbol. Lo veo como un avance positivo.
ResponderEliminarMe uno a tú alegría amigo.
Un abrazo.
Querida amiga, muchas gracias. No podía ser de otro equipo. Ese estadio, ese himno, esa historia...
ResponderEliminarFue un día extraordinario de esos que no se olvidan fácilmente.
Un fuerte abrazo y otro a la madridista de tu hija.
Alfonso, punto por punto me uno a tus palabras. Ya sabes que el deporte nacional de este país, no es el fútbol sino la envidia. No sé qué tiene el Madrid, que muchos atléticos son casi más antimadridistas y los culés se vuelven atléticos en determinados partidos como el del sábado. El fútbol debería unir en lugar de separar. Y qué bonito sería que las dos aficiones estuvieran hermanadas al llegar los dos equipos a la final. En fin, que la décima ya está aquí y la historia continúa.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo.
Amigo Jorge, creo que esta final debería ser recordada por eso que tú dices. Dos equipos de Madrid será muy difícil que se vuelvan a ver en una final de Champions. Estaba bonito Madrid y aún más para los madridistas. Gracias por unirte en mis alegrías.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.